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Patas a la obra
La noche del lunes 2 de Mayo una tragedia ocurrió en la Ciudad de México. Un tramo de la línea 12 del metro en la estación Olivos colapsó tras una supuesta falla en la estructura. En instantes, videos e imágenes se viralizaron en redes sociales y tanto civiles como bomberos, policías y militares acudieron al lugar para ayudar a las víctimas. Hasta ayer martes se habían contabilizado 20 muertos y 70 lesionados, pero aún había personas bajo los escombros.
Esta catástrofe nos recuerda de cierto modo a los terremotos del 85 y del 2017. Aunque existen enormes diferencias en la magnitud de estas tragedias y sus causas son distintas, hay personas que perdieron y están perdiendo la vida por la negligencia de las autoridades al prevenir y actuar de manera ineficiente en materia de protección civil. Una de las cosas que mucha gente criticó con indignación fue la intervención de fuerzas armadas que lejos de ayudar solo estorbaban… “Si llegaste al lugar con una metralleta en lugar de una pala, entonces solo viniste a estorbar” se leía en una imagen compartida por civiles en redes sociales en donde se veían filas de elementos armados. Sin embargo, siempre ha habido un rayito de esperanza encendido gracias a rescatistas y a la gente que se solidariza para ayudar a los damnificados. Parte importante de las labores de búsqueda y rescate en este tipo de siniestros, son nada más y nada menos que nuestros héroes de cuatro patas.
Desde hace décadas, la marina Mexicana ha contado con elementos peludos y de narices húmedas, que han criado y educado para salvar vidas en medio de desastres naturales y accidentes. ¿Cómo olvidar a la perrita Frida? quien fue reconocida a nivel mundial por su excelente labor de rescate en el sismo del 2017, una de sus últimas labores antes de retirarse en el 2019. Entre las imágenes que se viralizaron desde la noche del lunes, circulaba la imagen de Ecko y Evil en acción con una leyenda que decía “Critican a la gente que rescata perros, mientras hay perros rescatando personas”. Al binomio canino de la Secretaría de Marina lo conocimos hace 3 años junto a Frida, y este lunes volvieron a portar su uniforme de rescate con orgullo. Uno de los muchos aprendizajes y reflexiones que nos dejan este tipo de tragedias es lo mucho que subestimamos a la naturaleza, los animales y en general a nuestro planeta. Lo descuidamos, lo explotamos y lo maltratamos como si nuestra vida no dependiera de él, aunque en muchas ocasiones se nos ha demostrado lo contrario. Tsunamis, incendios, sequías, hambrunas, huracanes, terremotos o incluso “accidentes” causados por el hombre directamente, no han sido suficiente para darnos cuenta de que la respuesta a nuestros males como humanidad está en la causa misma; nosotros.
Se dice que la causa del derrumbe del metro fue la negligencia de las autoridades al ignorar el mal estado de la línea desde 2016 y una importante falla reportada en la estructura tras el terremoto del 2017, por lo que no se puede decir que fue un accidente. Esa línea necesitaba mantenimiento y reparación desde hace años y siguió funcionando hasta costarles la vida a 20 personas, y mientras el gobierno envió elementos que no sirvieron de nada más que para cargar metralletas, fueron los civiles, rescatistas y hasta lomitos quienes pusieron manos y patas a la obra para actuar. Nos queda reflexionar y ser más agradecidos entre nosotros mismos y con la naturaleza, que aun después de tanto daño que le hemos hecho, sigue dándonos elementos para repararlos y salvar nuestras vidas. Cuidemos nuestros ecosistemas, nuestros recursos naturales y a nuestros animales, después de todo es cuidarnos a nosotros mismos.
Wilma y todos los perritos de Brigada Rescate esperan encontrar un hogar donde los quieran mucho. Recuerda que con cada adopción, podremos darle oportunidad a un perrito más. Esperamos que sigas leyéndonos y que nos acompañes en nuestras redes sociales. Búscanos en Facebook e Instagram como Brigada Rescate Saltillo. #Juntosdejamoshuella.