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Pasta de Conchos una zona de riesgo, ingreso a la mina…lleno de peligros
Tras la explosión ocurrida en la mina Pasta de Conchos en febrero de 2006, que dejó 65 cuerpos atrapados, se solicitó un estudio técnico-científico sobre la situación posterior a la catástrofe al Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), entidad que conjuntó a un panel internacional de expertos en seguridad en minas.
En el dictamen que fue suscrito por el doctor José Luis Fernández en octubre de 2007, se estableció que el ingreso de personas en las circunstancias de ese momento comprometían significativamente su seguridad e higiene, así como su integridad física, de manera que era “contundentemente desaconsejable intentar labores de rescate”.
Cabe destacar que previo al estudio solicitado al FCCyT, la Compañía Industrial Minera México, S.A. —administradora de Pasta de Conchos— consideró otros estudios elaborados por expertos, a partir de los cuales tomó la decisión de no continuar más con los trabajos de recuperación. Esto fue rechazado por los familiares de los trabajadores accidentados y por la Secretaría del Trabajo.
SERIOS DAÑOS A LA ESTRUCTURA
En el dictamen del panel se proyectaron las condiciones que podrían prevalecer en la mina, se hizo hincapié en que sería crítico enviar cuadrillas de rescate al interior lo antes posible.
En el mismo se lee que la onda de choque de la explosión pudo haber tumbado los soportes de las estructuras de madera que se encontraban en línea directa con ella. Advirtieron de la presencia de derrumbes severos de techo inmediato de fangosita y limolita.
En la zona sur de la mina es posible encontrar alturas de caídos de hasta 18 metros, principalmente en las intersecciones, se trata de puntos altos que pueden atrapar el gas metano a concentraciones críticas.
Se destacó también que escombros producto de los caídos pueden bloquear el paso del agua y estrechar el flujo del aire y dificultar la ventilación.
El dictamen entregado fue revisado por un grupo multidisciplinario de académicos constituidos como Consejo Consultivo Minero.
En el documento se lee que se detectaron altos niveles de metano, con base en las muestras de aire tomadas en los pozos de monitoreo. Las áreas en la mina que excedan una concentración del 15 por ciento es un posible indicador de que se pueda presentar una explosión en algún punto en esa área.
“Se puede suponer que las concentraciones muy altas de metano están inertes cuando este gas ha reemplazado la mayoría del oxígeno. Sin embargo, habrá algunas áreas en la mina en las que la concentración se diluya y genere una concentración de rango explosivo”, aparece textualmente.
Los caídos de los techos destruyen los controles de ventilación (cortinas y sellos), que permite que el aire se mezcle entre la galería de toma con la de retorno de aire, lo cual creará bolsas con concentraciones de metano en la parte superior de las cavidades del caído en las áreas poco ventiladas.
EL DESAGÜE, OTRO PROBLEMA
En cuanto al agua dentro de la mina se explica que debido a la falta de desagüe y con el paso del tiempo el líquido acumulado cerrará el barreno de purga y de evaluación que son necesarios para ventilar y que permiten el monitoreo de la mina.
Las áreas inexploradas de la mina requerían bombeo para reducir el nivel del agua y la realización de pruebas para verificar las condiciones, las cuales se podrían corregir mediante el uso de bombas de desagüe y, así permitir acceso a sitios de monitoreo inaccesibles.
Se notifica que resultaba imposible monitorear los niveles de agua e identificar los estancamientos potenciales entre distintas secciones. “Esto aumenta el riesgo causado por una liberación repentina de agua. Sin embargo, la restauración de los pozos de monitoreo y el bombeo de agua podría mitigar este riesgo aparente.
“Si no se lleva a cabo un monitoreo más detallado y sin la posibilidad de bombear el área afectada, no es posible confirmar las condiciones de seguridad relacionadas con el agua”.
UN ESPACIO INSEGURO
En el documento se lee que tras la evaluación, las condiciones de seguridad e higiene que presentaba la Mina 8 de la Unidad de Pasta de Conchos, en particular en la zona sur, eran inestables e inseguras debido a las características y condiciones del soporte del techo, a la concentración de gases y a la presencia de agua subterránea, así como a las rocas fragmentadas y escombros acumulados.
En detalle, en el documento se explica que la información relacionada con las condiciones de seguridad e higiene de ninguna manera debería ser pasada por alto y se aconsejó no autorizar el ingreso a la mina.
“El riesgo en las condiciones prevalecientes, es al menos cinco veces mayor que en condiciones normales en la minería de carbón. Pero además, por el conocimiento que se tiene del grado de deterioro en la zona, pueden constituir un peligro aún mayor que el previsto”, se lee textual.
“Es probable que existan concentraciones críticas de metano a causa de las obstrucciones provocadas por derrumbes de rocas y techos. Los riesgos relacionados con el sistema de ventilación actual son mayores que los que se tienen durante la operación de la mina”, concluyó INCERTIDUMBRE
Debido a la falta de información sobre índices de incidentes relacionados por parte de la industria minera mexicana, el equipo científico se dijo impedido de evaluar por completo el nivel de riesgo relacionado con las operaciones de recuperación llevadas a cabo entre febrero de 2006 y abril de 2007.
El dictamen confirmó los riesgos asociados con las operaciones de reacondicionamiento, que ponen a los mineros en condiciones impredecibles.
(Información Agencia ID)