El tema es sencillo: México y Estados Unidos renegocian un acuerdo de apertura comercial aérea para el transporte de carga y el de pasajeros. Ahora mismo, una aerolínea americana no puede hacer una escala en nuestro País para subir pasajeros o carga; con esto se pretende proteger a las líneas áreas nacionales según el acuerdo comercial llamado “la quinta libertad”. Sin embargo, a algunos de los proveedores de servicios aéreos ha gustado y a otros no, solo falta la aprobación del Senado.

La teoría indica que ambas naciones tendrían más opciones para los usuarios de servicios aéreos, lo que traería consigo más competitividad en la variedad de rutas, costos y calidad del servicio. En la práctica podría ser muy diferente, pues es un hecho que las líneas aéreas estadunidenses poseen flotillas más agresivas que las compañías mexicanas.

Los números nos dicen que actualmente se mueven en promedio 35 millones de pasajeros en aviones mexicanos al resto del mundo, pero de esta cifra, más de la mitad es hacia los Estados Unidos, de ahí la preocupación del tema para nuestro País. El terreno está dividido, Interjet se opone a esta reforma mientras que el poderoso Aeroméxico y las económicas, como Volaris y VivaAerobus, piensan que la reforma al acuerdo aéreo comercial les permitiría ganar mercado y hacer alianzas con líneas áreas más globales como Delta, United Airlines y American Airlines.

Actualmente el mercado de las dos naciones (México y Estados Unidos) está repartido en 22 líneas aéreas, 6 mexicanas y el resto estadounidenses. El mercado está capitaneado por United Airlines y American Airlines que junto con el resto de las extranjeras que operan en México se llevan más del 70 por ciento del pasaje. Lo que se buscaría es ganar terreno sobre ellas, creas más rutas y dejar las condiciones de competencia más iguales.

Para la aprobación, la modificación también es necesario revisar y analizar si alguna línea aérea mexicana en particular ganaría más  terreno y poder económico que las demás opciones que tiene el País. Además, si no se proyecta el impacto en el costo real de cada vuelo una compañía extranjera puede terminar controlando el mercado.

El acuerdo también incluye el tema de la transportación de carga, paquetería y mensajería; pues al tener un cielo abierto, las aeronavales americanas pueden trazar una ruta con otros países: atravesar cielo mexicano  sin tocar tierra  en el que firmaron el mismo. Cabe señalar que Estados Unidos tiene más de 80 acuerdos de este tipo ya firmados alrededor de mundo y nuestra nación está muy por debajo de los que necesitaría para ser competitivo en este tema.

El tema seguirá dando mucho de qué hablar, pues es un hecho que este tipo de acuerdos comerciales lo que buscan es que las naciones salgan beneficiadas al ofrecer más opciones de destinos de  vuelo, tanto en pasajeros como en la transportación de  carga a menor costo, lo cual refresca la economía; y también ofrecer a las empresas el abaratamiento de su logística de productos terminados o de insumos requeridos en el proceso de producción.