Partidarios del presidente Donald Trump regresan a Washington para un par de actos en apoyo a su intento desesperado de subvertir la elección que perdió.

Hace un mes, una manifestación a favor de Trump atrajo a unas 10,000 personas a la capital. Esa jornada comenzó cuando el presidente emocionó a sus seguidores al pasar en su auto oficial y culminó con algunos enfrentamientos aislados con activistas locales en la Black Lives Matter Plaza cerca de la Casa Blanca.

Los actos del sábado pretenden ser una demostración de fuerza dos días antes de que el Colegio Electoral se reúna para elegir formalmente al demócrata Joe Biden presidente de la nación. Trump se niega a reconocer su derrota y presenta denuncias infundadas de fraude generalizado.

El sábado, la Corte Suprema rechazó una demanda para anular la victoria electoral de Biden, poniendo fin a un intento de que el tribunal superior de la nación hiciera lugar a argumentos legales rechazados por cortes estatales y federales.

Trump planeaba salir de la Casa Blanca alrededor del mediodía para asistir al partido de fútbol americano entre las academias militar y naval en West Point, Nueva York.

Uno de los actos está convocado para la céntrica Freedom Plaza y el otro para el National Mall, el parque de los monumentos nacionales. Este último, llamado la Marcha Jericó, está descrito en su sitio web como una “concentración de oración” de varias horas con sermones y oradores que “rezarán para que caigan los muros de corrupción y fraude electoral”.

Los organizadores del acto en la Freedom Plaza, aparentemente ansiosos por evitar enfrentamientos, dijeron a los participantes que eviten ciertos hoteles y sectores del centro de Washington a los que llaman “zonas vedadas”.