En promedio los saltillenses gastan 120 mil pesos en la organización de una boda. Algunas parejas deciden elevar sus costos, sin importar la deuda que adquieran, y han pasado incluso años hasta que logran liquidarla, de acuerdo con Claudia Fuentes, directora de “Ocasiones”, florería y decoración. 

Aunque no existe un presupuesto estándar para gastar en la organización de una boda, la experta asegura que una celebración estimada para entre 200 y 250 invitados, el promedio es de 120 mil pesos, aunque hay parejas que pueden llegar a gastar mucho más. 

“Desde el año pasado han notado que el estándar de las bodas oscila entre los 200 y 250 invitados, y pensar en una boda de 300 invitados ya es una celebración grande”, señaló.  

Una boda para este número de invitados oscila entre los 12 y 15 mil pesos únicamente en decoración —área en la que se desempeña Fuentes—. Sin embargo, advierte, se tiene que hace un presupuesto integral y particular para cada una de las áreas como: banquete, recepción, música, decoración, vestido, entre otras cosas para determinar cuál será el área de mayor prioridad para la pareja. 

En Ivory —agencia de planeadores de boda—la manera de trabajar en los últimos cinco años se ha basado en preguntar a los novios cuál es el presupuesto que tienen para gastar, sus necesidades y sobre ello elaborar una propuesta en diseño y precio que cubra todas las áreas, porque por más chico que sea un presupuesto, no deja de ser un gasto importante. 

“Hay bodas que tenemos donde el promedio de invitados es de 200 personas y el recinto es más caro o el banquete, o el grupo musical, pues son muchos los factores que pueden variar e intervienen en una boda”. 

Claudia Fuentes asegura que algunas parejas deciden “echar la casa por la ventana” y pagar la boda a plazos después de que ya se casaron. Sin embargo, conoce casos en que incluso ellos se separaron y continúan pagando la celebración: “Nos han tocado casos muy tristes en que, aparte de que hay parejas que continúan pagando una boda varios años, incluso algunos ya no siguen casados”.  

La recomendación de Fuentes es destinar un poco más a los gastos de la casa, o a la luna de miel sin la necesidad de que se sacrifique lo que ellos tenían en mente para su boda.  Finalmente advierte que aunque el evento esté cubierto económicamente ese día, siempre surgirán imprevistos que se traducen en dinero.