Parar para vivir
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Parar para vivir
En nuestra vida cotidiana estamos corriendo continuamente. No tenemos la capacidad ni oportunidad de detenernos y observar profundamente la vida que llevamos, pero hemos de hacerlo, para poder comprenderla.” Thich Nhat Hanh
Hace unos días me topé con una persona que ante mis ojos tiene una vida maravillosa, aparentemente una vida muy plena; un trabajo prometedor, salud entre sus familiares, formando una hermosa familia, contrariedades pero las que todos tenemos, y me impacto que todo lo que escuché fue que tenía ciertos dolores por estrés, que la vida estaba muy difícil y denotaba indudablemente una infelicidad clarísima. En mi interior pensaba: ? Que necesita sucederle para que valore todo lo que tiene? ? Tantas razones para ser feliz no vistas? Mil oportunidades que otorgan felicidad, pero que pasan desapercibidas.
Claro que no soy quien para decir lo que alguien necesita aprender o vivir, cada uno tenemos tiempos y lecciones que aprender, cada uno vivimos nuestra propia vida como pensamos que es mejor, pero no pude evitar remontarme a una reflexión que me compartió Daniela, mi prima, cuando recorría el Camino de Santiago y se lastimó una pierna. Ella afirmaba que Dios le decía que parara. Y esta fue su mayor luz: “Para, para escuchar
Para, para adorar
Para, para agradecer
Para, para disfrutar
Para, para escuchar
Para, para adorar
Para, para agradecer
Para, disfrutar
Se lo repetía, porque hay ocasiones que no lo hacemos consciente hasta que lo hacemos la segunda vez. Bien dicen que la grandeza suele surgir cuando nos detenemos a contemplar las pequeñas cosas. Y es necesario detenernos frecuentemente, observarnos y mirarnos. Aceptar si somos amargosos, negativos, si nuestras actitudes aprisionan a otros, si con nuestra falta de paz afectamos a otros. Así que ¿Te sientes perdido? Para. ¿Te sientes desmotivado e infeliz? Para. ¿Te sientes sin rumbo? Para. Y concéntrate en agradecer, en disfrutar, en escuchar y el más importante, en adorar a Dios, ahí se encuentran todas las respuestas. Pregúntate, ¿que haz descuidado? Para.
José Saramago decía que solo si nos detenemos a pensar en las pequeñas cosas, llegaremos a comprender las grandes. Enfócate en parar para poder vivir a conciencia, ahí comenzarás a ver el rumbo nuevo que tomar, las cosas importantes que hay que valorar y priorizar y poner atención a los descuidos que roban la paz.