El impacto de la pandemia del COVID-19 en el autotransporte de pasajeros en México ha sido “brutal” porque el 90% de la flota está parada (unos 36,000 autobuses), los ingresos de marzo a la fecha disminuyeron 80%, respecto a igual periodo del 2019, y la solicitud de apoyo al gobierno federal para enfrentar la situación sigue sin respuesta, afirmó José Jiménez.

El gerente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat) también alertó que ante las complicaciones económicas futuras se presenten asaltos y robos de unidades y en las terminales.

Desde su perspectiva, el sector que atiende a cerca de 3,700 millones de personas por año se encuentra prácticamente en un paro técnico, a pesar de que fue considerado como esencial y continúa en operación atendiendo los protocolos sanitarios.

En reunión virtual organizada por la Cámara Interamericana de Transportes (CIT), dijo que, debido a las restricciones establecidas por la autoridad, no se pudo celebrar la Semana Santa 2020, que es el periodo vacacional más importante ellos, y se perdió la demanda desde entonces.

Ante las complicaciones, la cámara solicitó, por ejemplo, a Caminos y Puentes Federales (Capufe) circular sin costo alguno en su red carretera como una forma de solventar gastos que y a la Secretaría de Hacienda ayuda para enfrentar la falta de liquidez de las empresas del transporte.

Entre las firmas afiliadas a la Canapat están: ADO y empresas coordinadas, Autobuses Estrella Blanca, Autobuses Primera Plus, Corporativo Grupo Toluca y las centrales camioneras formales del país.

Informalidad y falta de seguridad

Jiménez explicó que el autotransporte de pasajeros es el que está relacionado a las corridas recurrentes, con horarios establecidos y con una terminal como origen-destino. Mientras que el de turismo se refiere a las empresas que ofrecen el servicio en todo el territorio nacional por medio de contratos de servicio específico.

Desde hace años, dijo, se ha detonado una escalada de empresas que tiene registro de turismo para prestar servicio de pasaje y puedan estarse moviendo en todo el país, lo que va en contra de las reglas y las leyes del autotransporte federal, lo que no garantiza servicios seguros.

Debido a lo anterior, consideró que hay empresas no afiliadas que no están cumpliendo necesariamente con los protocolos de sanidad establecidos.