Para nosotras

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Para nosotras

Muchas mujeres caminaron antes, sus luchas, sus sueños y esperanzas viven en nosotras. Ellas están presentes en cada paso, tropiezo y caída, pero también en cada logro y adversidad superada. Nos dejaron, sin pedir nada a cambio, un legado valuado en conocimientos milenarios, que gracias a su resistencia siguen presentes. Herencia que debemos honrar y dejar a las más pequeñas, que enfrentarán desafíos económicos y ambientales mayúsculos. 

Somos de colores, formas y pensamientos diferentes, pero nos hace igual la muerte que nos persigue y las diversas formas de violencia, que van desde lo más brutal hasta las maneras más sofisticadas y sutiles, las cuales también nos asfixian restándonos plenitud. 

Esta entidad y país tienen ejemplos de mujeres conocedoras de distintas problemáticas que se han activado para hacer de nuestro espacio un lugar más habitable. Las hay promotoras de la cultura, defensoras del medio ambiente, de los derechos de las mujeres, las que buscan gobiernos más transparentes o las que deciden documentar a través del periodismo o la investigación violaciones a los derechos humanos. 

También están las madres buscadoras, que han sido resilientes a los contextos y gobiernos de distintos niveles. Mujeres que han construido, sin pretenderlo, un conocimiento colectivo de gran utilidad para diseñar estrategias de causas sociales para las generaciones presentes y futuras. 

Gracias a las luchas de estas maestras hemos ganado el derecho a participar en la vida pública -más allá del voto-, a buscar la igualdad de todos los derechos humanos (vivir libres de discriminación, en paz y con seguridad). Estas herramientas, hasta ahora referentes a los marcos normativos, nos otorgan la posibilidad de seguir luchando por nuestros derechos y ganar otros espacios que a lo largo de la historia nos han sido negados. 

Tenemos muchos pendientes. Quizá el primero es ser más respetuosas con los procesos de cada una de nosotras en el feminismo. Ser conscientes de que somos seres dinámicos en continua formación, que nos vamos apropiando del movimiento a veces poco a poco, a veces de formas más abruptas debido a la gravedad de los problemas por los que atravesamos. 

Lo más importante será entonces caminar juntas, para que las niñas de hoy sean el día de mañana mujeres confiadas en sí mismas, que tengan la certeza de que disponen de las capacidades y el talento necesario para transformar para bien la realidad de sus propios  territorios.