Ahora sus nombres son Selina, Karla Teresa e Ilse Ivonne. Así se llamaban ahora las tres mujeres asesinadas en los últimos días en la región Laguna.

Las tres primero fueron reportadas como desaparecidas. Después halladas muertas.

Sus cuerpos, otra vez tratados como desecho: Karla Teresa fue hallada en bolsas en el Cañón del Indio, el tiradero de basura del municipio de Torreón. Seccionada. Se pudo corroborar su identidad por tatuajes. El cuerpo de Ilse Ivonne, de 16 años, fue hallado en una bolsa abandonada a las afueras de una secundaria. Los restos de Selina, también de 16 años, fueron hallados en la ciudad de Lerdo, Durango. Se necesitaron estudios de antropología y odontología forense para identificarla.

Otra vez, en al menos dos casos, están involucradas las parejas o exparejas.

Otra vez, el sábado se convocó a una marcha, la marcha “Vivas y sin Miedo”, para protestar por los tres feminicidios ocurridos en una semana en la Comarca Lagunera. Otra vez fue una marcha separatista, sólo mujeres fueron convocadas. Una marcha que salió de Matamoros, Coahuila, y Lerdo, Durango, para llegar a la unión de Torreón y Gómez Palacio.

Otra vez se escucharon las consignas de las mujeres. Los reclamos por justicia, el grito de impotencia, el alto a la impunidad.

Otra vez las autoridades declararon que se seguirán buscando alternativas para prevenir la violencia familiar y fortalecer el diseño de la prevención del delito (declaraciones del fiscal general, Gerardo Márquez Guevara). O que no pueden ubicar qué es lo que sucede en la región, a propósito de los casos en La Laguna de Durango y la brutalidad con la que se cometen (declaraciones de la fiscal de Durango, Ruth Medina Alemán.

Ha habido más de 60 feminicidios en Coahuila desde 2018 y se habla de buscar “alternativas para prevenir la violencia familiar y fortalecer la prevención del delito”. En Durango se tiene activa la Alerta de Género desde 2018 en Gómez Palacio, Lerdo, Mapimí, Tlahualilo y otros municipios, pero aun así siguen sin entender qué sucede. ¿Qué no han trabajado en eso a raíz de la Alerta de Género?

No por nada las asociaciones civiles convocantes a la marcha “Vivas y sin Miedo” recordaron que en el primer dictamen de seguimiento realizado por Conavim (2020), el Grupo Interinstitucional Multidisciplinario “manifestó su descontento ante la falta de evidencias para sustentar las acciones realizadas”. No hay nada, si tu autoridad no sabe qué pasa en la región quiere decir que no ha habido trabajo.

En ninguno de los dos estados. Pareciera que cada vez que sucede un feminicidio simplemente se sale a declarar lo mismo una y otra vez. “Vinculación a los celos”, declaró el fiscal Gerardo Márquez.

AL TIRO

Quizá mañana serán los nombres de otras mujeres. Otra vez se saldrá a declarar lo mismo, se dirán las mismas necesidades. Y se volverá a marchar para exigir justicia.

Por eso el pronunciamiento de la Red de Mujeres de La Laguna y Ola Feminista Laguna es importante. En la misma tónica reconocen que “desgraciadamente los nombres de otras mujeres o niñas aparecerán como nuevas notas en periódicos y noticieros, otra vez habrá reclamos a las autoridades gubernamentales y manifestaciones de grupos más o menos organizados para exigir justicia”.

La Red habla de la urgencia de un verdadero pacto social que “impacte y transforme las estructuras ideológicas y culturales que han reproducido durante milenios un sistema patriarcal generador de violencias principalmente contra mujeres, niñas y niños, dando nombre a lo que hoy se conoce como pedagogías de la crueldad, que son todos los actos y prácticas que enseñan, habitúan y programan a los sujetos a transmutar lo vivo y su vitalidad en cosas”.

Y me parece que la Red da en el punto. Ya no es sólo cuestión de marchas. La exigencia debe ser en todas las esferas. No basta con declaraciones para salir al quite cada que ocurren los feminicidios. Es tiempo que esas acciones y declaraciones pasen a transformar una educación y una cultura patriarcal. Y eso también es tarea de todos.