Paquete Económico 2020: la siguiente prueba
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Paquete Económico 2020: la siguiente prueba
Veinte días, de aquí al 8 de septiembre, son con los que cuenta el Gobierno Federal para presentar una propuesta sensata, consistente y técnicamente coherente del Paquete Económico 2020. Si bien nos va y las agencias calificadoras de aquí a ese entonces no degraden la nota crediticia soberana, esa podría ser la última oportunidad de la Secretaría de Hacienda para evitar el derrumbe de la poca confianza que aún queda en los inversionistas.
¿Qué elementos deberá contener el Paquete Económico 2020 de tal forma que brinde señales de confianza a los mercados sobre la sensatez en la conducción de la política económica del país? A continuación enumeramos algunos.
1. Supuestos realistas en los Criterios Generales de Política Económica. Es aquí donde la sensatez y la objetividad deben predominar sobre los deseos y la demagogia. Que el Presidente y la Secretaría de Hacienda se olviden de tasas de crecimiento para el próximo año mayores al 1%. Y que la propuesta del precio del crudo mexicano sea la más conservadora posible. Que no suceda lo que ya nos está pasando con una estimación para este año del barril de crudo de 55 dólares, cuando este pasado viernes cerró en 48.13 dólares, acentuando la tendencia en la caída mostrada en los últimos días.
2. Estimación conservadora de los ingresos presupuestarios. Muy relacionado con el punto anterior. Es necesario que no se caiga en la tentación de presupuestar ingresos elevados, ya que de lo contrario el Gobierno se verá tentado a endeudarse o bien, hacer uso del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios que en caso de utilizarse en este ejercicio fiscal, muy probablemente se agotaría por completo el siguiente año, con la recesión de la economía estadounidense tocando ya la puerta.
3. No ceder en la meta de superávit primario. Si algo habrá que reconocerle a la actual Administración en materia de finanzas públicas, es un irrestricto cumplimiento a su meta de contar con un superávit primario. De hecho seguramente es este indicador el que este sirviendo como ancla para evitar una mayor degradación de la nota soberana por parte de las agencias calificadoras. Un relajamiento en el superávit primario sería la excusa perfecta para Moody’s, Fitch o Standard & Poor’s.
4. Orientación del gasto a sectores y proyectos rentables. Ante la desaceleración económica en Estados Unidos y su impacto en la ya estancada actividad económica mexicana, es un hecho que los ingresos públicos serán menores, por lo que será necesario priorizar la asignación del gasto para destinarlo a aquellos proyectos que generen mayor rendimiento social o económico.
En la medida en que proyectos como la refinería de Dos Bocas o el aeropuerto en Santa Lucía, continúen absorbiendo recursos del presupuesto, la desconfianza sobre la óptima asignación de recursos en el presupuesto estarán a la orden del día.
No obstante una propuesta de Paquete Económico que atienda estas consideraciones y sea consistente desde el punto de vista técnico, le dará al actual Gobierno un respiro que ya le hace falta entre tanta mala noticia en el ambiente económico nacional e internacional.
Guillermo E. Garza De La Fuente
Economista y catedrático de la Facultad de Economía de la UAdeC