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Pandemia frena en Saltillo furor de Champions
Contrario a temporadas anteriores donde decenas de aficionados al fútbol se reunían para ver la final del Champions League, bebiendo cerveza frente a las enormes pantallas de los bares que lo transmitían, esta ocasión la mayoría vivió la “emoción pambolera” desde su casa.
Mientras los bares permanecieron cerrados, tras el recorte de horarios que las autoridades impusieron y la ola creciente ola de contagios exhorta a la población para evitar salir de casa, algunos aficionados dejaron atrás las reuniones con sus amigos.
Quienes a través de televisión de paga o redes sociales prefirieron ver desde su casa el partido, preparándose con algunas bebidas y botanas desde un día anterior.
“Fue una final atípica, faltó emoción tanto en el campo como en la tribuna, el fútbol sin aficionados no es lo mismo, va a ser una final recordada por ser una de las más grises de la historia de la Champions, si no es que la más triste”, consideró Rodrigo Flores, quien permaneció en casa echando de menos el ritual futbolero que otros años vivió.
“No es lo mismo pero como están los contagios es mejor ni siquiera reunirse entre amigos, además, se puede disfrutar sólo con la familia como de algún modo se hacía pero sin las visitas”, comentó Roberto Figueroa, aficionado del fútbol.
Quedarse en casa representó, según algunos empleados de restaurantes, una pérdida monetaria importante de alrededor del 60 por ciento adicional a las ganancias que se tenían en un domingo sin final de torneo pues sus clientes abarrotaban las mesas.