PAN: lodo de viejos polvos

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PAN: lodo de viejos polvos

Cuenta don Luis Calderón Vega, en el tomo I de sus “Memorias del PAN”, que al iniciar su sexenio el presidente Manuel Ávila Camacho de una manera reiterada ofreció la titularidad de la Procuraduría General de la República a uno de los fundadores de Acción Nacional, el abogado Manuel R. Samperio, mismo que declinó el ofrecimiento porque con ello, argumentó, “el régimen pretendía decapitar a la oposición, comprar a sus dirigentes, dividirlos y una vez descalificados, echarlos por la borda”.

Y la vieja guardia panista tenía razón –conformada por gente de muy alta calidad moral– ya que mucho tiempo después, en el sexenio de Ernesto Zedillo, éste ofreció de nueva cuenta la PGR a la militancia panista, misma que aceptó el cargo para el abogado Antonio Lozano Gracia, quien luego fue “echado por la borda” tras el escándalo de la bruja vidente contratada por los panistas para investigar el asesinato de Ruiz Massieu.

Hoy los neopanistas se han escandalizado con la designación de Alejandro Gertz Manero como fiscal General de la República, un hombre con una amplia trayectoria entre la izquierda y la derecha, más en esta última porque Gertz Manero trabajó para Vicente Fox y, antes de eso, fue rector de la Universidad de las Américas, universidad patrocinada por la Fundación Jenkins, la que dirigió don Manuel Espinosa Yglesias; reductos de la ultraderecha panista, del anticomunismo, por lo que la oposición del PAN a su nombramiento resulta una contradicción como su tajante rechazo a don Bernardo Bátiz en la misma terna, ya que se trata de un exdoctrinario del PAN, de la vieja guardia panista tan honorable, aquella brega de eternidad opositora al extremo de la quijotería, que es la defensa de los ideales y las causas justas sin esperar nada a cambio, así fueron los de esa vieja guardia, como don Diego Zavala, padre de Margarita, y don Luis Calderón, el padre de Felipe.

¿Y qué son ahora Margarita y Felipe? Un par de cínicos que recibieron todo del PAN, partido al que ahora abandonan para fundar otro partido (de los que tanto había renegado Margarita) dentro del cual Felipe volverá con los abusos que cometió siendo dirigente del PAN, como se lo recriminó Carlos Castillo Peraza en una carta antes de morir: que se emborrachaba en las oficinas del partido, con los recursos del mismo y que abusaba de su autoritarismo. No dude, usted, que “México Libre” será la nueva cantina de FeCal.

Y más lodo para el PAN ha brotado en Nueva York, donde la exdiputada panista Lucero Sánchez reconoció su relación con “El Chapo” Guzmán, un asunto impensable en los tiempos de la vieja guardia: el PAN en amasiato con el capo del narcotráfico resulta devastador para un partido que fue católico y conservador.

Qué paradoja terrible: el prestigio de la vieja guardia panista hecho polvo, y con ese polvo ha hecho lodo la nueva clase del PAN. “¡Ánimo, Montana!”, como dijo aquella teibolera de la pachanga panista.

Isidro del Bosque. No pierda de vista al popular “Chilín”, un clásico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, sus colegas arribaron al poder y lo han llamado ¿Con Álvarez Lima al Canal 11? Sígale la huella.