Palabras sin pe$o$

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Palabras sin pe$o$

Durante el ejercicio fiscal 2014, el Gobierno Federal destinó 31 mil 719 millones de pesos para financiar proyectos relacionados con la movilidad urbana en las 59 zonas metropolitanas (ZM’s) más pobladas del país, en cuyos municipios vivimos ocho de cada 10 mexicanos. Cuatro de esas ZM’s se localizan en Coahuila: Saltillo, La Laguna, Monclova y Piedras Negras. Estos recursos se canalizaron a través de 32 fondos y programas presupuestarios federales.

La tajada del león se la llevan las inversiones en infraestructura vial, pues acaparan el 83 por ciento del total. Por su parte, los proyectos para modernizar el transporte público participaron con el 7 por ciento, al igual que las iniciativas para mejorar los espacios públicos. La infraestructura peatonal apenas alcanzó el 3 por ciento, en tanto los proyectos para alentar el uso de la bicicleta no siquiera arañaron el 1 por ciento.

Pero estas cifras corresponden al promedio de las 59 ZM’s de México: ¿Qué ocurrió con las de Coahuila? Las inversiones en infraestructura vial consumieron todos los recursos en Saltillo y Monclova, el 98 por ciento en La Laguna y el 96 en Piedras Negras.

Claramente los criterios de asignación de los recursos destinados a la movilidad son flagrantemente incongruentes con los criterios de política pública definidos en el ámbito federal en el Plan Nacional de Desarrollo, en la Estrategia Nacional de Cambio Climático y en el documento base para los Planes de Desarrollo Urbano y Vivienda. Y en los planos estatal y municipal, con las prioridades de inversión en materia de movilidad establecidas en la Ley de Movilidad Sustentable del Estado de Coahuila.

Pongamos como ejemplo el Plan Nacional de Desarrollo. Uno de los objetivos para lograr un México incluyente es: “Proveer un entorno adecuado para el desarrollo de una vida digna”. Y una de las estrategias para alcanzarlo: “Transitar hacia un Modelo de Desarrollo Urbano Sustentable e Inteligente que procure vivienda digna para los mexicanos”. Y las dos líneas de acción para materializarlo: 1) “Fomentar una movilidad urbana sustentable con apoyo de proyectos de transporte público y masivo, y que promueva el uso de transporte no motorizado”. 2) “Fomentar ciudades más compactas, con mayor densidad de población y actividad económica, orientando el desarrollo mediante la política pública, el financiamiento y los apoyos a la vivienda”.

Otro objetivo, destinado este a construir un México Próspero, enuncia: “Contar con una infraestructura de transporte que se refleje en menores costos para realizar la actividad económica”. Y la estrategia: “Modernizar, ampliar y conservar la infraestructura de los diferentes modos de transporte, así como mejorar su conectividad bajo criterios estratégicos y de eficiencia”. Con dos líneas de acción: 1) “Mejorar la movilidad de las ciudades mediante sistemas de transporte urbano masivo, congruentes con el desarrollo urbano sustentable, aprovechando las tecnologías para optimizar el desplazamiento de las personas”. 2) “Fomentar el uso del transporte público masivo mediante medidas complementarias de transporte peatonal, de utilización de bicicletas y racionalización del uso del automóvil”.

Si no se le da un peso específico en los presupuestos de gasto a estas intenciones, no pasarán de ser palabras huecas. 

El análisis de los fondos federales destinados a la movilidad en las ZM’s de México, ha sido el propósito central de dos estudios realizados por Javier Garduño, del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo en México (ITDP, por sus siglas en inglés). Estos trabajos fueron auspiciados por la Embajada Británica en México y se titulan, respectivamente: “Invertir para movernos. Diagnóstico de inversiones en movilidad en las zonas metropolitanas de México 2011-2013” y el segundo tiene idéntico título, pero maneja información para el 2014. Ambos documentos pueden obtenerse sin costo en la página de internet: http://mexico.itdp.org/

Si agregamos la información para los cuatro ejercicios fiscales (2011-2014), las inversiones federales en movilidad en las 59 ZM’s de México ascendieron a 153 mil 538 millones de pesos constantes del año 2013. El 79.5 por ciento de ese dinero se destinó a inversiones en infraestructura vial, 8.2 a las propuestas de modernización del transporte público masivo, 8 a la mejora de los espacios públicos, 4.1 a infraestructura peatonal y menos del 1 al desarrollo de la movilidad en bicicleta.

Los análisis se basan en los “Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública”, los cuales se publican cada tres meses en la página de Transparencia Presupuestaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El anexo XXI reporta los montos de los fondos federales que se encuentran en proceso de ejecución en las entidades federativas y municipios del país.

En una adaptación rupestre de las palabras de Einstein: Será difícil esperar resultados diferentes si seguimos haciendo las mismas trastadas de siempre.

adavila_mx@yahoo.com.mx