Países árabes del Golfo Pérsico ponen fin a su disputa con Qatar

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Países árabes del Golfo Pérsico ponen fin a su disputa con Qatar

Los países árabes del Golfo Pérsico lograron poner fin a su su disputa con Qatar con la firma de una declaración para resolver y poner fin a una crisis política regional que derivó en divisiones profundas entre países vecinos.

Los países árabes del Golfo Pérsico firmaron una declaración para resolver su disputa con Qatar, poniendo fin a una crisis política regional que ocasionó divisiones profundas entre países vecinos, trastocó relaciones sociales y desgarró una alianza usualmente cercana entre las naciones árabes.

Al mismo tiempo Arabia Saudí anunció que restablecería plenas relaciones diplomáticas con Qatar, si bien no quedaba claro cuándo lo harán Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, que se habían unido en el intento de aislar al pequeño país en protesta por sus políticas regionales.

El lunes por la noche, poco antes del inicio de la cumbre de los países árabes del Golfo Pérsico, Arabia Saudí anunció que abriría su espacio aéreo y sus fronteras a Qatar, el primer paso para poner fin a la crisis iniciada en 2017.

No quedaba claro qué concesión habría hecho Qatar a cambio de la relajación de las restricciones, pero era evidente el cambio de tono al momento en que la cuenta de Twitter de Al Jazeera transmitió fotos panorámicas de Riad y Abu Dabi luego de años de cobertura crítica.

El ministro de Exteriores saudí, el príncipe Faisal bin Farhan, declaró a reporteros después de la cumbre que las relaciones diplomáticas se restablecerán con Qatar, aunque no dio fecha.

Nos complace enormemente haber podido alcanzar este logro tan importante, que creemos, contribuirá mucho a la estabilidad y la seguridad de todos los países de la región”, expresó el príncipe Faisal.

Estamos en un punto en que todos estamos felices y satisfechos... las relaciones diplomáticas, lo vuelos, etcétera, todo eso ahora regresará a la normalidad”, añadió.

Los vecinos de Qatar desde 2017 lo han boicoteado, cortando vínculos diplomáticos y de transporte, acusándola de apoyar a grupos islamistas y de mantener lazos estrechos con Irán.

La distensión ocurre luego de un intento de mediación por parte de Estados Unidos y Kuwait. Fue un momento auspicioso: Riad al parecer estaba tratando de congraciarse con la administración saliente en Estados Unidos de Donald Trump y a la vez quitar un obstáculo en el camino hacia mejores relaciones con el presidente entrante Joe Biden, que ha prometido asumir una postura más firme hacia la monarquía saudí y a entablar contactos con Irán.

El ministro de Exteriores iraní Mohammad Javad Zarif felicitó a Qatar “por el triunfo de su valiente resistencia a las presiones y las extorsiones”. Añadió, en una declaración dirigida a los líderes árabes: “Irán no es enemigo suyo ni amenaza alguna, especialmente ahora que su desenfrenado patrón está de salida”, en referencia a Trump.

 

No se sabe qué concesiones habrá hecho Qatar. El boicot mayormente fracasó en cuanto a cambiar las políticas qataríes y más bien lo contrario, generó una ola de fervor patriótico en Qatar donde muchos habitantes felicitaron al jeque por mantenerse firme.

El boicot además acercó a Qatar a dos países que son rivales de Arabía Saudí, Turquía e Irán, que rápidamente acudieron a ayudar al pequeño estado cuando sufrió carencias de alimentos y medicinas en los primeros días del embargo.

La única frontera terrestre de Qatar, de la que el país dependía para importaciones de alimentos, materiales de construcción y otros bienes, ha estado mayormente clausurada desde junio de 2017 cuando Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin empezaron a boicotearlo.

Si bien la decisión saudí de abrir su espacio aéreo y sus fronteras marítimas y terrestres con Qatar es un paso importante para resolver la crisis, no está garantizada una reconciliación total. La disputa más severa es entre Qatar y Emiratos Árabes Unidos, que mantienen agudas discrepancias políticas.