En México, nueve de cada diez llamadas de extorsión se hacen desde un teléfono con chip de prepago, pero además son los más utilizados por delincuentes como sicarios, “halcones”, secuestradores y traficantes, para cometer ilícitos y se busca detenerlos a través de que las telefónicas tengan un Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, explicó Ricardo Mejía Berdeja.

El Subsecretario de Seguridad Pública dijo que si bien es cierto que se pudiera pedir algún dato biométrico de las personas que usen teléfonos de prepago, esta información estará resguardada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, y no por la Secretaría de Seguridad Pública de México.

“El objetivo de este padrón es combatir diferentes delitos. Hoy por hoy el principal medio de comunicación de la delincuencia son los teléfonos de prepago, y esto es así porque no hay que dar ningún dato, ni tampoco ninguna identificación. Se adquieren de diferentes maneras y una sola persona puede comprar 20, 30 o 50 tarjetas y hablar sin ningún control, además son desechables”, dijo.

Explicó que todo tipo de delincuentes como sicarios, “halcones”, tratantes o traficantes de personas, entre otros, han encontrado en los teléfonos de prepago una vía para hablar sin ser identificados.

La intención de la reforma es que, al igual que en otras partes del mundo, se pidan datos para identificar a las personas que usan los teléfonos de prepago, como ya lo hacen quienes tienen un teléfono de plan.

Mejía Berdeja acusó a las telefónicas de armar toda una campaña y política de guerra sucia para tratar de desvirtuar el padrón que se propone. Además, hay una ley publicada y están corriendo los plazos para integrar.

Señaló que efectivamente hay un antecedente de padrón de telefonía móvil, pero toda la carga se la daban al usuario para activar la línea, pero ahora se plantea que sea la empresa la que haga el registro.

“Cuando hay este tipo de intentos, siempre hay un afán de sabotearlo. Ahora han hecho una campaña, y en este caso como a mí ha tocado dar la cara a nombre del Gobierno Federal, se critica el esfuerzo”, señaló.

El plan es que la concesionaria telefónica haga la captura y registro de los datos del usuario de cualquier tipo de teléfono y enseguida pase a un padrón que tenga el Instituto Federal de Telecomunicaciones.

Sobre los datos que el usuario deberá proporcionar, se plantea que sólo sea la huella digital en el caso de aspecto biométrico, esto para autentificar al usuario y que no exista falsificación de documentos en las altas.

“El corazón de la oposición”, señaló el Subsecretario de Seguridad, “es el modelo de venta (de los chips y teléfonos) de las telefónicas, ese es todo el problema. Ellos tienen un cúmulo de tentáculos como ONGs, voceros y ahora influyen en el Inai porque manejan un negocio multimillonario. Que bueno que les vaya bien, pero ahora queremos que le vaya bien al País por la seguridad, y ellos también tienen que actuar bajo un esquema de responsabilidad”.