Otros datos irreales

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Otros datos irreales

De acuerdo a la propuesta del paquete económico para el año 2021 mandado por la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, México crecerá 4.6% en su Producto Interno Bruto (PIB). Dato sorprendente e irreal dadas las condiciones a las que se enfrentará México en lo que resta de este año y el que viene. Los argumentos son poco creíbles. En primer lugar, se asume que la caída PIB para este año será cuando mucho del 7% de acuerdo al secretario de hacienda, Arturo Herrera. Los datos actuales apuntan a cuando menos un 9%, y algunos expertos aseguran que será de un 10.5%. Cualquiera que sea el número, no hay concordancia entre lo dicho y lo que se está viviendo actualmente. En segundo lugar, el argumento es que será fácil este crecimiento porque no se habrá caído “tanto” y la recuperación será inmediata gracias a los ahorros obtenidos con la austeridad que ha ejercido el gobierno federal. Esta idea tampoco se ajusta ni a la realidad social ni a la económica. En la primera se puede apreciar que el alto nivel de desempleo dejará a nueve millones personas en pobreza, de acuerdo con el coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo social) que no podrán recuperarse en un año y en la realidad económica, las empresas desaparecidas dejarán un enorme hueco en la generación de empleo formal.

Este gobierno ha prometido números espectaculares, números, en todos los rubros de la economía y la sociedad que no se han cumplido. Ha sido un gobierno que reparte, pero sólo culpas. Promete, pero no cumple. Así las cosas, vuelve el mismo esquema, prometer un crecimiento alto que no será posible alcanzar por todos los supuestos tan exagerados que después se justifican en su fracaso con culpas a otros. Así, los expresidentes, los conservadores, los periodistas o los medios serán los responsables de que las metas propuestas no se alcancen.

Por lo pronto, más de 500 mil empresas desaparecerán tan sólo en este 2020, sin hablar de aquellas que suspenden operaciones, pero siguen activas en los registros gubernamentales. En los supuestos económicos de ese crecimiento se deja de lado que habrá menos empleos disponibles y que la economía nacional seguirá a paso lento los primeros tres meses del año, porque ese es el comportamiento cíclico, normal del sistema de producción. Tampoco se reparó en que el 30% de los empleados sigue trabajando con un sueldo recortado, y que en general los salarios reales han caído más de un 20% por la inflación en alimentos y la reducción de salarios en las empresas. Si a eso se le agrega que hay familias donde el golpe fue doble; algún miembro se enfermó y otro, cuando menos, se quedó sin empleo, ya se podrá imaginar la dimensión de la tragedia nacional.

Presumir un crecimiento potencial como el propuesto es un insulto social cuando tantos mexicanos caerán en la pobreza debido a consecuencias de la pandemia y a promesas económicas incumplidas. No hay en el paquete económico nada dedicado a combatir la pobreza y la marginación que no sean palabras (promesas), económicamente no hay recursos asignados directamente a combatir esta problemática.

Las condiciones internacionales no dan tampoco un ambiente positivo para reforzar esta cifra. Se espera que, por la baja de las actividades económicas en el mundo, la demanda mundial de petróleo caiga nuevamente y lleve al mercado a un precio por debajo de los 25 dólares el barril, reduciendo nuevamente los ingresos potenciales de Pemex y del gobierno federal. Además, la producción de la paraestatal se ha reducido de manera considerable muy por debajo de las promesas para este año y llegando sólo a un millón 650 mil barriles diarios en promedio cuando la promesa eran 2 millones de barriles al día.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha afectado el comercio mundial y ha disminuido las oportunidades de las empresas mexicanas en el exterior. Aunque las organizaciones exportadoras ya existentes se empiezan a recuperar, las condiciones actuales inhiben la entrada de empresas nuevas orientadas al mercado externo. México no está creando condiciones para impulsar la competitividad internacional, por consiguiente, en este sector tampoco se darán condiciones para un crecimiento del 4.6%.

No se puede negar que es un año clave políticamente, se eligen en total 21,368 cargos públicos que tienen que ver con más del 70% de la población nacional. Por ello, la economía es un factor clave en la evaluación para decidir quién será el ganador. La tentación a proporcionar números inflados para invitar al votante a “sentir” un bienestar que no será real, es muy grande. Las estimaciones fallidas recurrentes sobre la economía y su consecuente culpa a cualquier entidad han demostrado ser una buena estrategia para mantener contenta a la población, pues no han sido responsabilidad del gobierno actual, si no de gobiernos anteriores, empresarios o la prensa. La popularidad presidencial así lo demuestra.

Con los problemas internacionales y nacionales actuales, ¿qué hechos o situaciones que desconocemos, llevan a tanto optimismo? Simplemente no se puede aceptar una cifra tan elevada del crecimiento de México, sobre todo cuando habrá menos recursos disponibles circulando en nuestra economía este 2021 por los recortes presupuestales. Los números simplemente no cuadran. Alguien debe tener otros datos.

Profesor de la Facultad de Economía de la UAdeC