Otro año sin verbena popular

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Otro año sin verbena popular

Prohibido. Este año tampoco se permitirá la colocación de comerciantes ambulantes en las calles aledañas a la Catedral. ARCHIVO
En esta ocasión no se verán las carpas de colores que cubrían año con año las principales calles del centro resguardadas por policías municipales

Para estas fechas en años anteriores ya se estaban repartiendo más de 3 mil espacios sobre las calles de adoquín alrededor de la Catedral de Santiago para una de las fiestas religiosas más importantes de la ciudad.

Además de vivir el tradicional festejo religioso del Santo Cristo de la Capilla, las calles eran inundadas por cientos de comerciantes instalados hasta cinco cuadras a la redonda del templo y preparar una gran vendimia para los fieles católicos.

Sin embargo, por segundo año consecutivo y en puerta de un semáforo que retrocedió su color a amarillo para alertar por un pico de contagios, la verbena popular fue suspendida para evitar aglomeraciones.

Esto es equivalente a una “segunda pérdida millonaria” para los comerciantes de la localidad y cientos de artesanos sureños que arribaban a la ciudad para ofertar sus productos, generando además una derrama económica importante para el sustento de sus familias.

Los puestos de comida mexicana, pan artesanal y utensilios de cocina en miniaturas, así como carpas que ofertaban maquillaje, puestos con música, juguetes bélicos, ropa, electrónicos, remedios caseros y hasta mascotas, no podrán acudir a esta fiesta patronal como antes lo hicieron.

En esta ocasión no se verán las carpas de colores que cubrían año con año las principales calles del centro resguardadas por policías municipales, bomberos e inspectores de Servicios Primarios y Protección Civil.

Ni habrá filas de niños y jóvenes para esperar su turno en los juegos mecánicos o el tráfico que caracteriza el paso lento de los conductores que se aventuran a travesar la zona centro.

Algunos comerciantes afirmaron que esta fecha era de las más esperadas e importantes del año para ellos, los artesanos y ferieros, pues la derrama económica ascendía hasta a 10 mil pesos.

Sin embargo, ahora no existe ni la más remota posibilidad de reunir la mínima parte, pues la Diócesis de Saltillo anunció que no se permitirá la instalación de comerciantes ambulantes, juegos mecánicos ni venta de ningún artículo en las inmediaciones de la Catedral.