Otra niña muere por hambre en Sinaloa, un caso más “de excepción” según titular de Sedesol

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Otra niña muere por hambre en Sinaloa, un caso más “de excepción” según titular de Sedesol

Foto: Especial
Un nuevo caso de pobreza extrema surge en Sinaloa. Ahora la protagonista es una niña de un año que tiene el peso y el tamaño de una bebé de 2 meses. Se trata de Valeria Josely Moreno de la Cruz, quien ingresó ayer al nosocomio procedente de Huajicori, Nayarit. Es hija de una mujer jornalera que vive en extrema pobreza. La historia de la pequeña es quizá igual o más trágica que la de Paula María, la menor de 10 años que falleció de un paro cardiaco por su severa desnutrición y deshidratación

Con información de Verenice Peraza, Noroeste.

Ciudad de México (SinEmbargo/Noroeste).– Una nueva historia de abandono social, desnutrición, y deshidratación en etapa avanzada se escribe en los cuneros del área de Pediatría del Hospital General “Doctor Martiniano Carvajal” en Mazatlán, en el estado de Sinaloa. Ahora, la protagonista es una niña de un año que tiene el peso y el tamaño de una bebé de 2 meses.

Se trata de Valeria Josely Moreno de la Cruz, quien ingresó ayer al nosocomio procedente de Huajicori, Nayarit. Es hija de una mujer jornalera que vive en extrema pobreza.

Valeria, sus padres y cinco hermanos habitan en plena sierra. No reciben apoyo alguno y comen lo que pueden. El pasado 13 de septiembre, durante su visita a Sinaloa, el Secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda Nava fue cuestionado sobre la pobreza en México. Dijo que era mentira que haya más pobres en el Gobierno de Enrique Peña Nieto e indicó que la tragedia de la niña Paula María era “un caso de excepción”

Desde que ingresó al hospital, Valeria ha recibido atención urgente y focalizada.

Al llegar al nosocomio, médicos y enfermeras no lograron evitar acordarse de Paula María, la pequeña que vivió 10 años en pobreza extrema y falleció una semana después de ser internada al agravarse su salud por la deshidratación y desnutrición severas que presentó.

La historia de Valeria es quizá igual o más trágica que la de Paula María. Ella, sus padres y cinco hermanos habitan en plena sierra. No reciben apoyo alguno y comen lo que pueden.

La niña no presenta discapacidad alguna, pero el hambre es la que ha impedido que crezca.

El pasado 13 de septiembre, durante su visita a Sinaloa, el Secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda Nava fue cuestionado sobre la pobreza en México. Dijo que era mentira que haya más pobres en el Gobierno de Enrique Peña Nieto e indicó que la tragedia de la niña Paula María, quien falleció desnutrida y entre la miseria, es “un caso de excepción”.

“Es un caso de excepción, no veamos un caso de excepción de una niña [Paula María], que comparto el sufrimiento, como algo que generalicemos, tenemos que trabajar y tenemos que trabajar todos”, dijo.

“No es una labor del Gobierno, es una labor tuya, es una labor de los empresarios, es una labor de las madres de familia, es una labor de los maestros, es una labor de todos”, mencionó.

Además abundó, “No se ha incrementado la pobreza, no lo digamos porque es mentira, la pobreza no se ha incrementado, la pobreza, usted no puede saberlo, porque la pobreza se está midiendo en este momento, lo vamos a ver el año que entra cuando termine la evaluación, ok”, subrayó.

La desnutrición que sufre Valeria tiene nombre, se llama Desnutrición Kwashiorkor, que se caracteriza por la acumulación de agua en el cuerpo, no músculo, por lo que pesa 6 kilos, pero de agua. También sufre escaras o llagas.

Su cabello no puede ser peinado porque se le cae, debido a la falta de nutrientes.

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La niña se la pasa llorando todo el día. No tiene Seguro Popular y sus padres tampoco tienen dinero para los medicamentos.

Para que su madre, quien es relativamente joven, se tome un descanso, la abuela materna la cuida, pero Valeria no deja de llorar.

Médicos del área de Pediatría están haciendo todo lo que está en sus manos por estabilizar a la niña, pero no será fácil.

Ante ello, se clama al buen corazón de los lectores de este diario, ya que el costo del medicamento y las soluciones nutritivas que requiere la menor son muy costosas.

Para apoyarla, acuda al área de Pediatría del Hospital General de esta ciudad, cunero 16, así como al área de Trabajo Social.

También puede traer donativos en pañales talla chica a este diario.

Nombre: Valeria Josely Moreno de la Cruz
Edad: 1 año
Padecimiento: desnutrición y deshidratación
Secuela: caída del cabello a falta de nutrientes
Peso: 6 kilos

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el número de sinaloenses en precariedad se incrementó entre 2012 y 2014.

Esto es resultado, de acuerdo con académicos del estado, consultados por SinEmbargo, de la “frivolidad” del Gobierno de Mario López Valdez, ya que los funcionarios públicos “viven en una burbuja” y, al no vincularse con la vida de sus ciudadanos, no invierten en educación o salud. Esta forma de administrar desemboca en jóvenes que se vuelven sicarios ante la falta de oportunidades, quienes alimentan más la violencia; el otra gran drama del estado.

EL CASO DE PAULA MARÍA

El pasado 9 de septiembre, Paula María, una niña de 10 años cuyo cuerpo parecía más el de una bebé de 18 meses, lo que le imposibilitaba sostenerse en pie, se despidió de un mundo de pobreza.

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La historia de la menor se dio a conocer apenas el martes 6 de septiembre en las páginas de Noroeste, luego de haber sido internada el sábado 3 en el Hospital General de Mazatlán.

Los médicos informaron que por su severa desnutrición y desidratación, su desarrollo físico y emocional había quedado estancado, como si sólo hubiera crecido unos meses, y no 10 años.

De pequeña estatura, su cuerpo parecía más el de una bebé de año y medio, aproximadamente.

No hablaba ni caminaba. No podría sostenerse en pie, su cuerpo era débil.

Los cuidados de su padre, un ayudante de albañil y pepenador en el basurón municipal, no fueron los adecuados.

La bañaba cuando podía y le daba de comer lo primero que tenían.

Su hogar, de lonas y tablas, sin agua, sin luz y hasta sin puerta, es el signo viviente de la carencia extrema. Ahí la pobreza se lleva tatuada.

Su hermano Jesús, de 13 años de edad, era su “ángel guardián”.’ Él dejó la primaria al pasar a segundo grado, y se dedicó a cuidar a su hermana mientras su padre trabajaba.

Fue el primero en aprender a leer y escribir, también es bueno para los números, pero batallaba para ir a la escuela.

“Pues ya no fui a la escuela, me quedé con ella, le echaba vueltas todo el día, porque yo también tengo que hacer mandados para comer”, contó Jesús.
Sus cuidados iban más allá de velar sus sueños, pues cuando enfermaba, él se convertía en su “mamá-hermano”, como lo describen sus vecinos.

“Pues su papá se tiene que ir a trabajar, pues él se quedaba con la niña, le echaba vuelta, la cambiaba de pañal, de ropa, la tapaba, ella dependía de él”, comenta un vecino.
Su caso conmocionó a los ciudadanos mazatlecos. Le llegó ayuda a través de Noroeste y directamente. Hasta políticos y empresarios se informaron sobre el caso.