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Osuna ha mostrado tener un brazo de auténtico abridor
Los Azulejos de Toronto van abajo 2-3 en la Serie del Campeonato de la Liga Americana, pero están con vida y listos para el sexto partido gracias a la gran labor realizada en el montículo por el relevista derecho, el mexicano Roberto Osuna, convertido en el gran cerrador del equipo.
Su gran aportación al equipo ha hecho posible que los Azulejos lleguen a la recta final de los partidos con la garantía que hacerles una anotación no será misión fácil por parte de los rivales, en este caso de los Reales de Kansas City con quienes se disputan el banderín de la Liga Americana.
Además, a sus 20 años es toda un diamante en bruto al que solo le falta ir puliendo de tal manera que ya se habla de que su futuro podría ser muy bien la de convertirse en abridor o consolidarse como el nuevo Mariano Rivera de taponero estrella y de Salón de la Fama, como se espera que alcance el lanzador panameño ya retirado.
"Hay conversaciones sobre hacerlo abridor, en cuanto al futuro se refiere", reveló John Gibbons, manejador de los Azulejos, durante la rueda de prensa previa al sexto partido que su equipo jugará en el Kauffman Stadium, de Kansas City. "A lo mejor eso se ve distante, por lo bien que ha lucido como relevista, ¿Quién sabe? Puede hacer las dos cosas. Es uno de esos tipos que usted verá en las Grandes Ligas por muchos años".
Osuna superó todas las expectativas durante la temporada regular del 2015, al salvar 20 juegos para los campeones del Este del Joven Circuito la Liga Americana y eso que su experiencia previa era en la Clase "A". Hay que tomar en cuenta que de sus 30 partidos en las ligas menores, 27 fueron como abridor.
Durante la temporada regular, en los 68 partidos que salió al montículo retiró a 75 bateadores por la vía del ponche y dejó en 2.58 su promedio e efectividad.
Sin embargo, no fue algo raro en Osuna, el novato de Juan José Ríos, del estado de Sinaloa (México), donde a la edad de 16 años ya era abridor de los Diablos Rojos de la siempre exigente Liga de Verano del país vecino del Sur.
"Nunca hubiéramos llegado aquí sin él, eso es seguro", admitió Gibbons. "Que hiciera el equipo en los Campos de Entrenamiento de Primavera ya era considerada como una posibilidad remota, pero tuvo fabulosos resultados y nos llenó diferentes roles. Por necesidad, lo usamos como cerrador y se quedó con el puesto. Es tremendo".
La faena de Osuna, que es familia del exrelevista de los Dodgers de Los Ángeles Antonio "El Cañón" Osuna, no se circunscribe exclusivamente a lo que hace en el diamante para los Azulejos, que lo firmaron el 3 de agosto de 2011, a los 16 de edad.
"Ha jugado pelota buena en México y eso definitivamente lo ha ayudado aquí", expresó Gibbons. "Pero uno no puede elogiarlo lo suficiente por el aplomo con el cual se ha desenvuelto como jugador de las Grandes Ligas".
El pasado 8 de abril, Osuna se convirtió en el lanzador más joven que trabajó en un juego en la historia de Toronto y de paso el primer pelotero nacido en 1995 capaz de debutar en las Mayores.
El punto altisonante de su gran año ha sido su labor en el quinto y último encuentro de la Serie de División frente a los Vigilantes de Texas, al lograr un salvado de cinco "outs" y convertirse en el pelotero más joven de la historia de la Liga Americana que logra un rescate en la fase final y el segundo de menor edad, superado únicamente por Don Gullett en 1970 con los Rojos de Cincinnati.
Osuna también cerró el partido del miércoles en Toronto, pero en esa ocasión no entró en situación de salvamento por el amplio margen de carreras a favor de los Azulejos.
Nada de lo anterior le ha quitado la tranquilidad y el aplomo a Osuna, que está convencido que su única preocupación es salir al montículo y hacer bien las cosas, de tal manera que al final pueda ayudar al equipo a conseguir la victoria.
"Desde que estoy en el deporte del béisbol siempre me enseñaron que lo único importante era la labor de equipo y que al final el triunfo cayese del lado de los tuyos", destacó Osuna. "Los que no me conocen pueden estar sorprendidos con mi rendimiento, pero se muy bien de lo que soy capaz de hacer desde el montículo y lo que todavía me falta por aprender y ofrecer".
De ahí que para nada le preocupan ni le cambian su gran personalidad de joven tranquilo, educado y siempre amable a la hora de atender a los profesionales de la información, todo un ejemplo también a seguir en ese apartado.
"Estoy listo para ayudar de la manera que le pueda servir al equipo", reiteró Osuna. "Si quieren que abra, lo haré y si desean que siga relevando también estaré a la orden".
Osuna reconoció que no cree que a estas alturas de la competición pueda dar el salto al roster de los abridores, si al final consiguen superar la serie ante los Reales, pero lo que si tiene muy claro es que ayudar al equipo lo hará siempre.
"Hay muy buenos profesionales, excelentes, en nuestro cuadro de abridores y saben como hacer las cosas", comentó Osuna. "Ahora lo importante, y especialmente en el sexto partido, todos hagamos nuestras mejor aportación y consigamos la victoria que nos permita seguir en la competición".
Osuna, con sólo un salario de medio millón de dólares, también está convencido que van a darlo todo en el campo y alcanzar el séptimo partido que les devolverían por completo las esperanzas de ganar el banderín de la Liga Americana, que es en lo único que piensa y para el que está preparado como el resto de sus compañeros.