Durante 20 años Grupo México ha dejado tragedias ambientales, muertes y violaciones a los derechos humanos que no han sido suficientes para poner un alto a esta empresa y a su manera de hacer negocios mediante el despojo y la desolación, señalaron en una carta enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador alrededor de 400 organizaciones, defensoras de derechos humanos, académicos y ciudadanos, como el cineasta Alfonso Cuarón.

Demandaron dar justicia a las comunidades afectadas por las actividades de la empresa e iniciar un proceso efectivo de remediación y reparación de los daños que ha causado. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales reportó que en dos décadas la empresa ha ocasionado 22 accidentes, de los cuales 14 han sido en México, entre ellos el del 12 de febrero de 2016 en la mina de carbón Charcas en San Luis Potosí, y el resto en otros países donde opera.

En la carta se refieren al derrame más reciente de 3 mil litros de ácido sulfúrico al mar de Cortés, uno de los mares de mayor biodiversidad del mundo y cuna de la vaquita marina. Este nuevo ecocidio de Grupo México se da a unos días del próximo aniversario (el 6 de agosto) del derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado en los ríos Sonora y Bacanuchi, el mayor desastre ambiental en la historia de la minería en México.

El texto recuerda la tragedia de Pasta de Conchos, el derrame que contaminó un río en Zacatecas hace unos meses, y los asesinatos y amenazas a comunidades en Arequipa, Perú, por oponerse a la mina Tía María, así como a las personas afectadas de Ilo, también en el país andino, que por más de 20 años han respirado gases tóxicos y hoy tienen una de las más altas tasas de mortalidad de ese país. Todos estos hechos, responsabilidad de Grupo México, indica.

No estamos hablando sólo de la última tragedia, sino de todas las demás que involucran a Grupo México, señala la carta. Advierten que entre los responsables están los más altos mandos de la empresa y demandan la remediación de la contaminación en todos los desastres ambientales que ha causado.

Asimismo pidieron establecer mecanismos efectivos de reparación de los daños para las comunidades afectadas, y que se definan en México reglas obligatorias para la rendición de cuentas empresariales, para asegurar que las empresas respeten los derechos humanos al realizar sus actividades. Entre los firmantes están el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Fundar, Greenpeace México, Serapaz, Grupo Poder, así como el cineasta Alfonso Cuarón, Julieta Egurrola y Daniel Giménez Cacho.