76 vehículos de lujo, cuyo valor supera los 5.5 millones de dólares, fueron aplastados por pesada maquinaria, como parte de la campaña contra el contrabando y la corrupción que realiza el presidente de aquel país.

El mandatario del país, Rodrigo Duterte, estuvo presente en la destrucción de 68 automóviles y ocho motocicletas de lujo que fueron decomisados en Filipinas se llevó a cabo este 30 de julio en la provincia de Port Irene. 

El pasado marzo, 14 automóviles de lujo que formaban parte de un cargamento de contrabando fueron destruidos de manera similar. 

A penas hace una semana, la policía envió un mensaje sobre que llevaría a cabo una campala contra el tráfico de estupefacientes "quirúrgica y escalofriante", esto gracias a que el presidente del país, Rodrigo Duterte, prometiera no abandonar esta iniciativa que ha causado el rechazo de la comunidad internacional por dejar miles de muertos.