El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, sugirió hoy a Rusia que deje a las Naciones Unidas gestionar los corredores humanitarios que Moscú pretende crear en Alepo.

"Déjenos los corredores a nosotros. La ONU y nuestros socios humanitarios sabemos lo que hay que hacer, como hemos demostrado en muchas ocasiones en varias ciudades del país", afirmó de Mistura en una comparecencia ante la prensa.

Rusia anunció ayer que pretendía crear cuatro corredores humanitarios en la ciudad norteña de Alepo que permitieran la salida de civiles y combatientes de la urbe, cercada por el Ejército sirio.

De Mistura declinó ayer hacer comentarios al respecto alegando que necesitaba conocer más detalles, pero ha querido dejar clara su posición hoy.

Afirmó que la ONU, como actor humanitario, "da la bienvenida" a cualquier acción que ayude a los civiles atrapados en zonas de conflicto.

"Estamos en principio y en la práctica a favor de los corredores humanitarios siempre y cuando permitan la protección de los civiles", indicó.

Dicho esto, afirmó que la ONU ha analizado en detalle lo anunciado hasta ahora por Rusia y subrayó "que hay una necesidad urgente de mejora".

El progreso pasaría, a su entender, por dejar a la ONU la gestión de los corredores.

Asimismo, reiteró la posición de la ONU de que más allá del establecimiento de los mencionados corredores, se establezca una tregua semanal de 48 horas para permitir la asistencia de civiles y su eventual evacuación.

"Nadie va a salir, y ningún camión va a entrar con asistencia mientras estén cayendo bombas", argumentó.

Además, de Mistura insistió en que para la ONU es esencial que "nadie sea forzado a irse" y que los que decidan marcharse, puedan hacerlo a donde quieran.

"Los civiles deben ser protegidos, todos, los que deciden quedarse y los que deciden irse", puntualizó.

Consultado sobre la posibilidad de que Rusia y el Gobierno sirio utilicen la excusa humanitaria para avanzar militarmente, el mediador se limitó a decir que todo está "interligado".

Lo que sí subrayó es la "urgencia" que debería prevalecer sobre lo que está ocurriendo en Alepo, pues se calcula que sólo hay comida para dos o tres semanas.

Asimismo definió a Alepo como un lugar "icónico" porque podría partir de allí una posibilidad real de encontrar una solución política al conflicto en Siria.