La soledad es la carencia de compañía, voluntaria o involuntaria.  Mientras la soledad absoluta no existe, sigue siendo una condición que para algunas personas causa dolor e insatisfacción. Entonces hay personas que buscan el contacto social para mitigar lo que incluso se propone como castigo en momentos.  Al niño que se porta mal se le aplica el “tiempo fuera”, por ejemplo.  Ese mismo “tiempo fuera” los usamos los “adultos” en momentos específicos de vida para ordenar ideas, pensar en cómo solucionar problemas, y sortear emociones.  La soledad ha sido tema de artistas en todos los ámbitos.  Alejandro Sanz, Laura Pausini, Los Enanitos Verdes, Franco de Vita, Jorge Drexler, Paul McCartney, América, Celine Dion, Joaquín Sabina, Maná, Roy Orbison, The Police, Emmylou Harris, Neil Diamond…la lista quienes le han cantado a la soledad es larga.  Y buena.  

El concepto de solitud no tiene esa carencia implícita en la soledad. No es estar solo como algo negativo, más bien todo lo contrario.  La solitud es otra cosa. La solitud engancha. La solitud es una agradable sensación de estar a gusto con uno mismo.  Alguna vez, hace muchos años, un maestro me comentó que me haría bien desarrollar la habilidad de estar y no estar, de ir y venir con compañía y sin compañía, dentro del mismo contexto.  Creo que a veces me voy más de lo que estoy.  Pero sí puedo decir que para mí la solitud se ha vuelto muy importante.  Aún no sé qué asunto con la soledad.  ¿Y tú?