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Olvida tú edad y se más creativo
Curiosidad y creatividad son claves para olvidar que uno se va haciendo mayor y para afrontar los problemas sin dejar por ello de vivir el momento, el aquí y el ahora. EFEsalud profundiza en este tema con el psicólogo y profesor emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Ramón Bayés
La curiosidad, sostiene Bayés, te ayuda a salir del tiempo:”Es muy importante que, siempre que sea posible, lo que hagas en cualquier momento, lo hagas porque te gusta hacerlo”.
Defiende Bayés que si quieres ser feliz a lo largo de la vida, no hay que dejar de sorprenderse ni dejar de preguntarse sobre infinidad de cosas:
Desde por dónde hacen pis los peces, hasta por qué hay guerras, y qué fue antes si el huevo o la gallina, o simplemente preguntarse acerca de la muerte. Bayés cree firmemente, en línea con Séneca y Montaigne, que meditar sobre la muerte es bueno, que no tiene porque ser morboso, que además ayuda a entender la vida, “porque la muerte forma parte de la vida. Porque la vida es un ciclo y no tendríamos que darle más importancia”. En el libro defiende que debe encontrarse tiempo “para reconocer la inminencia de la conclusión de una vida y la perspectiva de liberación de un cuerpo que declina. La persona que muere, en muchas ocasiones, necesita que le permitan distanciarse poco a poco, desconectarse de la vida, fundirse, desvanecerse , desparecer” Plantea infinidad de cuestiones y reflexiones para vivir lo mejor posible y dedica un capítulo a las sugerencias que pueden ayudar al buen envejecer:
Simplificar el entorno: vender, regalar y desprenderse de lo no se usa o no tiene valor emocional.
Saborear el ahora: admirando nubes, limpiando la casa, escuchando música. Regalarse momentos de distanciamiento y observar pasar la vida como si fuera la de otra persona. Ser generoso con los que te rodean o hacer ejercicio regularmente, como andar aunque sólo sea media hora.
Bayés nos revela algunos de su métodos para afrontar los momentos tan difíciles como la enfermedad letal de un ser querido, la pérdida de la pareja o de un hijo, la proximidad de la muerte:
“Esto nos obliga a enfrentarnos a una situación que es reto, desconcierto e impotencia a la vez, una problemática ante la que solo la experiencia es, a veces, capaz de sugerirnos caminos eficaces de aceptación, afrontamiento o solució. Ha llegado la hora del método poético”.Así explica que el método poético es el que utilizamos espontáneamente “si queremos entender y disfrutar en profundidad una poesía de Machado, la salida del sol desde la cumbre, una noche estrellada en pleno campo, la sonrisa de un niño, el brillo de los ojos de una hermosa muchacha o una sinfonía de Mahler”.