Saltillo.- Una noche tranquila fue lo que la Orquesta Filarmónica del Desierto ofreció para el público en su primer concierto del año, que estuvo además acompañado del Coro Filarmónico de Coahuila. 

Desde las 16:00 horas, el Museo del Desierto ya se encontraba listo para recibir a los músicos y al público de Saltillo en el lobby, donde mientras comenzaba a desistir el sol, múltiples silla y el escenario ya estaban preparados. 

A las casi 20:00 horas, con un frío que distaba mucho del que se presenció en la ciudad la noche anterior, más amable con la piel, contrastaba con la calidez que se sentía dentro, donde las locaciones ya se encontraban llenas por personas con café en mano, ropas relajadas e incluso un niño en pantuflas de Darth Vader. 

Con las luces de la ciudad de fondo, los músicos y el director de la orquesta Natanael Espinoza, recibieron a su público, mencionando este último sentirse agradecido con el público que se había dado cita en el lugar.

Antes de subir al escenario, el mismo Natanael describió el programa de esa noche como algo contrastante. 

Durante el primer segmento sonó la 6a Sinfonia de Beethoven, que entre sus momentos de calma y apreciación llegó a sorprender a varios con sus repentinos momentos ágiles.

Tras un pequeño intermedio, el Coro Filarmónico conformado por coahuilenses, se añadió al escenario para añadir a la noche ópera de Verdi, interpretando ‘La traviata’, ‘Los esclavos’ y ‘Los Herreros’ del compositor italiano.

La próxima presentación de la Orquesta será el próximo jueves, donde rendirán homenaje a Vivaldi interpretando las reconocidas Cuatro Estaciones.