Oficinas verdes

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El Programa Oficina Verde debería escalarse en todo el país, pero como contiene un proceso de cambio cultural no resultaría fácil

Aseguraba el empresario social, don Eugenio Garza Sada que el hábito del ahorro representaba un valor en las personas de bien. Ante la visión del notable regiomontano, lo contrario entonces es un antivalor sobre todo si se trata del despilfarro de los dineros públicos.

La estrategia de cuidar lo que no es propio generando ahorros es algo correcto cuando se trata del sector privado, pero es en el terreno de lo público en el que se observan los más grandes dispendios y la ausencia del ahorro.
Hay políticos que gracias al ahorro personal durante su gestión logran adquirir bienes inmuebles millonarios superiores en costo a los ingresos oficialmente recibidos. Probablemente sean muy sagaces en las negociaciones y permutas, pero nunca éticos.

El hábito que tienen algunos políticos de ahorrar parte de lo que es dinero público en lo privado y gastar frenéticamente lo público es algo común en el actual territorio de lo que en antaño fuera el Nuevo Reino de León, lo que imposibilita a los gobiernos estatales la inversión en educación y en seguridad pública, pues el pago de pasivos de administraciones pasadas ocupa el foco central de su gasto, contrayendo más deuda para mantener a flote el sistema
El ahorro realmente es un tema indispensable para las finanzas de lo privado cuando se trata del sector empresarial y para las finanzas públicas si se busca la sustentabilidad económica.

En la moda de bautizar los modelos económicos con el nombre de un color podemos encontrar textos en las librerías o información suficiente en la Internet sobre lo que es la economía azul, la economía verde y la economía marrón.

Pero más allá del enfoque que se propone desde cada uno de los modelos económicos antes mencionados, en mi opinión la economía verde responde al verdadero compromiso que debemos tener los ciudadanos con el planeta y la humanidad, independientemente del lugar en el vivamos y de las afiliaciones que decidamos tener para sabernos parte de una comuna.

La economía verde es una ciencia de la gestión de la sustentabilidad, una ciencia que marca pautas. Es una manera de actuar y de pensar alineada al ahorro de los recursos para enfrentar el cambio climático, pero también para disminuir la pérdida de la biodiversidad; está acorde a las prácticas de responsabilidad social que nos corresponden a todos.

Las prácticas de responsabilidad social las podemos llevar a nuestra vida laboral, por ejemplo en lo que hacemos con los residuos sólidos que desechamos en las oficinas; en la energía eléctrica y agua que consumimos, y en la manera en que se utilizan las unidades de transporte de los centros de trabajo públicos y privados según sea el caso.

En el marco de la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra asistí el pasado 22 de abril al evento inaugural del Congreso Internacional Operacional organizado en Saltillo por la Delegación de Canacintra, en el que Eglantina Canales, titular de medio ambiente del Gobierno Estatal, nos habló del Programa de Oficina Verde que se despliega a través de comités de personas de las empresas y de las instituciones públicas participantes.

El propósito de los comités es ahorrar insumos y energía, tarea que es evaluada semestralmente. Los avances aparentemente son modestos pero detrás de los comités de 96 oficinas evaluadas hay grandes esfuerzos. El último año se han segregado 72 toneladas de residuos orgánicos que se han transformado en composta. Se han reintegrado a las cadenas de valor para el reciclaje y reuso 553 toneladas de papel y cartón. En relación a la energía eléctrica se han reducido emisiones por más de 46 mil toneladas de gases de efecto invernadero con un ahorro equivalente a 164 millones de pesos que se han dejado de gastar.

Este Programa de Oficina Verde debería escalarse en todo el país, pero como contiene un proceso de cambio cultural no resultaría fácil su implementación pero sí, deseable.

Tristemente lo más seguro es que llegando el nuevo gobierno estatal el programa desaparezca cuando es un ejercicio que debería replicarse en todos los lugares posibles.

El planeta tiene fiebre, dijo la secretaria Canales, ojalá que con los despilfarros privados y públicos de insumos y energía la Tierra no llegue a padecer de pulmonía.