Con esta nueva dinámica de consumo todo indica que los papeles habrán de cambiar en las relaciones entre armadoras de autos y agencias de carros. Para nadie es un secreto que este año prácticamente las ventas de automóviles se han desplomado y más en países como el nuestro con ingresos promedio medios y poca capacidad de consumo al contado y donde además el crédito es muy pesado para el cliente al momento de adquirir una unidad.

Ahora será muy complicado que las armadoras pongan límite de inventario de venta por mes o por tiempo determinado a las agencias de carros, así como un determinado número de ventas de vehículos de alta gama sobre los de mayor facilidad de comercialización. Es una buena oportunidad para que las agencias cambien su dinámica de venta y busquen establecer acuerdos con financieras o bancos con mejores condiciones de crédito para que todos salgan ganando.

Las creación de grupos de agencias vendedoras de automóviles que se dio en el pasado hoy toma mayor importancia pues son las que pueden hacer fuertes a las armadoras en estos tiempos de poca venta y las armadoras tendrá que entender y valorar las condiciones en las que ahora tienen que operar dichas agencias, donde los nuevos canales de venta y distribución serán claves para el negocio.