En un reciente seminario sobre obesidad, José Ángel Gurría, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió que la obesidad en México es un problema que afecta la esperanza de vida de los mexicanos. Según estimaciones, la esperanza de vida podría reducirse en 4 años durante los próximos 30 años.

Además, el representante de la OCDE dijo que el PIB de México cayó un 5.3 por ciento debido a la obesidad en comparación con los otros países miembros de la organización, que perdieron un 3.3 por ciento.

En este contexto, Ernesto Acevedo, subsecretario de Estado de Industria y Comercio del Departamento de Comercio, explicó que la reducción del PIB se traduce en 1.3 billones de pesos.

Este monto es mayor que el presupuesto combinado de ISSSTE e IMSS y diez veces mayor que el del Ministro de Salud, lo que, además de los costos de salud pública, muestra efectos perjudiciales en la productividad y competitividad del país.

Entre las medidas recomendadas para abordar el creciente problema, el Secretario General de la OCDE mencionó el impuesto a las bebidas azucaradas y la nueva etiqueta para facilitar la comprensión de los consumidores.

Gurría hizo especial referencia al cuidado con las sustancias contenidas en los alimentos e inhibe la sensación de saciedad y puede conducir a un mayor consumo.

Christian Skoog, representante de Unicef ​​en México, nuevamente destacó las preocupaciones sobre los hábitos de consumo de los niños en nuestro país, que tienen un alto consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados ​​y su hábito de obtener sabores más dulces debido a la exposición a ambientes obesogénicos.

Señaló que las estrategias como la publicidad dirigida a los niños necesitan ser reguladas. 

Un reflejo de la realidad de que el país vive según la OCDE da como resultado que casi el 73 por ciento de la población sufre de obesidad y de ese porcentaje el 34 por ciento de obesidad mórbida.

En este contexto, Zoé Robledo, directora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que la obesidad sigue aumentando entre los asegurados por el IMSS, ya que solo la obesidad excluyendo el sobrepeso llega al 42.8 por ciento de las mujeres y al 38 por ciento de los hombres.

También señaló que el 52% de los recursos del IMSS están dedicados a enfermedades no crónicas como la diabetes.

El caso Oaxaca 

El Congreso de Oaxaca aprobó la prohibición de la venta de bebidas y comida chatarra a niños y adolescentes.

Los legisladores respaldaron una opinión sobre un Artículo 20 de la Ley de Derechos de Niñas, Niños y Jóvenes para prohibir la venta, obsequio y entrega de bebidas azucaradas y alimentos envasados ​​con alto contenido calórico a menores.

La medida, que fue presentada por la diputada Magaly López Domínguez de Morena en noviembre de 2019, dice que la prohibición también se aplica a escuelas primarias y secundarias y máquinas expendedoras.

"Las bebidas y los alimentos con alto contenido calórico (...) son aquellos que exceden los límites máximos de azúcar agregada, grasas saturadas, grasas trans y sodio de acuerdo con el estándar oficial mexicano apropiado", se lee en la declaración recomendada.

La ley menciona que las madres, los padres y los tutores legales responsables del consumo de estos productos por parte de menores están exentos de las prohibiciones.

Hugo López-Gatell, subsecretario de Estado de Prevención y Promoción de la Salud, aprobó la medida.

Organizaciones internacionales, incluidas Unicef ​​y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), acogieron con satisfacción la medida a favor de la salud infantil.