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Obama rechaza la construcción del polémico oleoducto Keystone XL
El presidente Barack Obama anunció hoy su rechazo a la construcción del polémico oleducto Keystone XL, de 1,900 kilómetros de largo, que debía transportar petróleo de Canadá al Golfo de México y que había sido muy criticado por los ecologistas y aplaudido por los republicanos.
Obama así lo decidió tras reunirse con el secretario de Estado, John Kerry, cuyo departamento realizó durante siete años un "exhaustivo" examen de los pros y contras del proyecto de la empresa canadiense TransCanada.
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La construcción del oleoducto "no sirve al interés nacional", concluyó Obama, otorgando una gran victoria al movimiento ecologista.
Obama explicó que antes de hacer pública su decisión, informó al nuevo primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien, lógicamente, se mostró "decepcionado", dado los intereses de su país en el asunto.
El presidente recordó que en los últimos años ha habido un apasionado debate político en Estados Unidos sobre la necesidad de construir o no un oleoducto desde la frontera de Canadá, atravesando Montana, Dakota del Sur y Nebraska, hasta las refinerías del Golfo de México. Y lamentó que ambos partidos habían utilizado este proyecto como arma arrojadiza contra sus rivales en campaña electoral.
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"Este oleoducto no hubiera sido una fórmula milagrosa para la economía, como prometían algunos, ni una línea rápida al desastre ecológico como proclamaban otros", añadió Obama en declaraciones a la prensa.
Obama explicó que si el Congreso, dominado por los republicanos, es "serio" a la hora de querer crear empleo, lo que debería hacer es aprobar un plan bipartidista de infraestructuras, que "en el corto plazo crearía 30 veces más empleo que lo que hubiera creado el oleoducto a largo plazo, beneficiaría a la economía y los trabajadores en las próximas décadas".
El presidente señaló que tampoco es cierto que la construcción del oleoducto fuera a traducirse en una bajada de los precios de la gasolina para los estadounidenses, como proclamaban los defensores del proyecto. Y recordó que el precio de la gasolina ha ido cayendo en los últimos años.
Obama consideró que es necesario que Estados Unidos abandone su dependencia del petróleo y apueste por una economía de energía limpia.
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El precandidato republicano Marco Rubio criticó el rechazo de Obama a Keystone XL, mientras que el precandidato republicano Bernie Sanders, segundo en la carrera para las primarias demócratas, lo aplaudió.
"El rechazo de Obama a Keystone XL es un gran error y una muestra más de que esta administración continúa dando prioridad a las demandas de ecologistas radicales por encima de la seguridad energética de Estados Unidos", dijo Rubio, quien prometió que si es elegido presidente en las elecciones de noviembre de 2016 dará luz verde al proyecto.
Sanders aplaudió la decisión de Obama de "acabar con este proyecto de una vez por todas" y recordó que él se opuso al oleoducto "desde el primer día".
"El cambio climático es una crisis medioambiental global de enorme magnitud", recordó el senador independiente por Vermont, que calificó de "insensato" el proyecto de construir este oleolucto atravesando el país de norte a sur.
El oleoducto de Keystone XL, que fue presentado en 2008, hubiera podido trasladar hasta 800.0000 barriles de petróleo diarios y hubiera costado 7.000 millones de dólares.
Sus partidarios, entre ellos muchos republicanos, aseguraban que el proyecto hubiera dado una mayor independencia energética a Estados Undios y creado empleo, mientras que los ecologistas advertían sobre los desastres ecológicos que provocaría su construcción y los potenciales vertidos.