‘Nunca hubo una división de poderes como ahora’, asegura Arturo Zaldívar

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‘Nunca hubo una división de poderes como ahora’, asegura Arturo Zaldívar

El titular de la SCJN defiende su autonomía y la de la Corte, aunque no oculta su admiración por López Obrador.
Afirma que este gobierno suma más resoluciones en contra que los anteriores

CDMX.- Arturo Zaldívar, de 61 años, encarna la cúspide del Poder Judicial. Entró en 2009 como ministro en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde con sentencias progresistas (matrimonio igualitario, uso lúdico de la marihuana…) jalonó una carrera que en 2019, ya bajo mandato de Andrés Manuel López Obrador, le llevó a la Presidencia del máximo tribunal.

Zaldívar se ha visto recientemente en el ojo del huracán por una polémica maniobra legislativa para ampliarle el mandato de cuatro a seis años. La reforma, dirigida desde el Palacio Nacional, ha dado alas a quienes le critican por su proximidad con el Presidente. Frente a estos ataques, Zaldívar defiende su autonomía y la de la Suprema Corte, aunque no oculta su admiración por López Obrador. “Había una gran parte de la población mexicana que nunca se había sentido escuchada ni identificada con un líder social o con un actor político. Y esa es la gran fuerza que tiene el Presidente, que es antes que nada un gran líder social”, dice.

 

-¿Se sienten seguros los jueces en México?-

“Las juezas y jueces que ven temas de delincuencia organizada están pasando momentos difíciles. Tengo que expresar mi admiración hacia aquellos que se juegan su integridad y su vida todos los días con estos asuntos. Hemos tratado de brindarles toda la seguridad que nos es posible y hemos contado con la colaboración del Ejecutivo federal. Son tiempos aciagos, pero ojalá que las medidas que se están tomando sean suficientes y no volvamos a tener un trágico incidente como el homicidio de un juez y su familia, además, de manera muy cruel”.

-Usted ha sido el centro de la polémica por la reforma judicial que amplía su mandato. ¿Por qué tardó tanto en pronunciarse?-

“Primero, porque un juez, en relación con una ley, no puede pronunciarse fuera de un proceso. Y este transitorio es una ley del Congreso. Pero una vez que entró en vigor hice uso de una atribución que otorga la Ley Orgánica del Poder Judicial para que mis compañeros y yo podamos analizar en Pleno si este artículo afecta a la autonomía del Poder Judicial y, en su caso, inaplicarlo. Quienes me han criticado por este transitorio, no han sido justos. Yo no lo aprobé y no he podido pronunciarme sobre él, porque estaría incurriendo en una conducta indebida”.

-El transitorio fue de última hora y por un partido satélite sin debate previo. ¿Se sintió cómodo con ese proceder? ¿Le parece que era la forma correcta de hacer una reforma de ese calado?-

“No, por supuesto, no me sentí cómodo. Sin embargo, también entiendo que se hizo con la intención de consolidar la transformación del Poder Judicial federal. De tal suerte, que creo honestamente, y lo digo convencido, que en esto yo soy lo que menos importa. Lo que importa es que está vigente la reforma judicial, la más importante en 25 años. Hay cauces constitucionales para resolver el transitorio y espero que en agosto esto ya no sea sino una anécdota”.

 

-¿Cuál es su relación  con el Presidente?-

“Cordial, respetuosa, diría que hasta afectuosa. Hemos construido una relación que nos ha permitido consolidar nuestra independencia. El Presidente ha sido siempre absolutamente respetuoso de las decisiones del Poder Judicial. En las reuniones jamás me ha sugerido nada que tenga que ver con asuntos jurisdiccionales”.

-¿Y cómo se siente cuando el Presidente arremete contra la decisión de un juez, como ha ocurrido con Gómez Fierro tras suspender la reforma eléctrica? ¿No le parece que esos pronunciamientos del Ejecutivo  suponen una intromisión en el Poder Judicial?-

“Yo he tomado la decisión de no entrar en un debate sobre lo que los actores políticos dicen. ¿Ha cambiado en algo el actuar de los jueces? No. Entonces no hay problema. La independencia del Poder Judicial no estriba en lo que se pueda decir fuera del Poder Judicial, sino en la actitud que las juezas y jueces federales tengamos con los asuntos que están a nuestra disposición. Aquí hay que ser muy claro. No es solamente que desde el poder institucionalizado pueda haber tensiones, las hay también de los poderes fácticos, económicos, mediáticos. Se pone el foco en lo que dice el Presidente, pero no se presta ninguna atención a lo que presionan los medios y otros partidos políticos. ¿Acaso el Poder Judicial es independiente sólo si falla en contra del Gobierno? Y si falla a favor, ¿entonces, ya no es independiente? Ese es un falso debate. Lo que hay que ver son los argumentos, las sentencias y los razonamientos que fundamentan la decisión de las y los jueces. Ahí radica la independencia. El Poder Judicial sigue realizando su trabajo. En ninguna administración del Poder Judicial federal ni en ningún sexenio se han dictado más resoluciones en contra de un Gobierno. No lo hay. Entonces, es hasta…, pues… iba a usar un calificativo que no voy a usar… pero es que es peculiar, por decirlo suavemente, que se critique que no hay división de poderes y que no hay independencia judicial en los dos años y medio en que más sentencias se han dictado en contra de un Gobierno. Es un contrasentido. Nunca había habido una división de poderes en México como ahora”.