Nuevo informe revela que la Policía del Capitolio no estaba preparado para asalto
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Nuevo informe revela que la Policía del Capitolio no estaba preparado para asalto
La policía del Capitolio en Washington estaba sumamente mal preparada para enfrentar un evento como el asalto al recinto legislativo ocurrido el 6 de enero, dice un reporte que analiza lo ocurrido esa fecha. Los agentes tenían escudos endebles que se partían al impacto, armas defectuosas, entrenamiento inadecuado y una división de inteligencia que no contaba con estándares de eficiencia, dice el documento.
El informe fue difundido de manera interna el mes pasado entre las filas del gobierno, pero fue obtenido por The Associated Press el día anterior de la interpelación en el Congreso fijada para el jueves. El documento ratifica la falta de medidas de seguridad y de previsión que el Congreso ya ha estado investigando en relación con lo ocurrido ese día, cuando centenares de seguidores del entonces presidente Donald Trump irrumpieron violentamente en el recinto legislativo.
En una detallada cronología de los eventos, el reporte revela discusiones entre altos cargos sobre si era necesario o no convocar a la Guardia Nacional para respaldar a la asediada policía del Capitolio. Según el texto, un oficial del ejército le dijo al entonces comandante de la policía del Capitolio, Steven Sund, que “se vería feo tener a la Guardia Nacional parada en fila frente al Capitolio”, incluso después de que los ultraderechistas habían irrumpido.
El inspector general Michael A. Bolton halló que los defectos de la guardia no sólo eran, sino que siguen siendo generalizadas. Por ejemplo, halló que los equipos eran viejos y se guardaban con descuido, que los líderes no acataron recomendaciones previas para mejorar la recolección de datos y que no había un conjunto de estándares uniformes para la Unidad contra Desórdenes Públicos, encargada de garantizar que los procedimientos legislativos no se vieran perturbados por disturbios o protestas. Eso fue precisamente lo ocurrido el 6 de enero, cuando la turba intentó revertir los resultados de las elecciones.
El reporte surge en momentos en que la moral de la policía del Capitolio está por el piso y reina un ambiente de crisis, pues muchos agentes se han visto obligados a trabajar horas extra para proteger el recinto. La jefa interina de la guardia, Yogananda Pittman, recibió un voto de censura del sindicato en febrero, reflejo del amplio descontento entre las filas.
Además, la fuerza está de luto por la muerte de dos de sus integrantes: Brian Sicknick, quien se desmayó y falleció tras enfrentar a la turba el 6 de enero, y William “Billy” Evans, fallecido el 2 de abril cuando un vehículo lo arrolló antes de embestir una barricada fuera del Senado.