Nuevas elecciones para España

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Nuevas elecciones para España

A pesar de que todavía existe una posibilidad hipotética de que con un acuerdo de dos o más fuerzas políticas se pueda formar gobierno en España, lo cierto es que todas las combinaciones posibles se encuentran entrampadas. Las dos fuerzas de mayor tamaño que son el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han cerrado las puertas a cualquier posible acuerdo, la combinación del PP y Ciudadanos no tiene los escaños suficientes para formar gobierno, la combinación PP y PODEMOS es casi antinatural y una alianza entre el PSOE y Podemos no se ha concretado porque este último partido no cede en su reivindicación de que Cataluña debe decidir su futuro mediante referéndum. 

Derivado de lo anterior, todo parece indicar que es casi un hecho de que los españoles tengan que acudir nuevamente a votar con la esperanza que los resultados permitan combinaciones que hagan posible la conformación de un gobierno. 

El gran problema es que la encuesta más reciente que estima los votos que recibiría cada partido en el caso hipotético de que se lleve a cabo una nueva elección, muestra un escenario muy parecido al que se presentó en diciembre del año pasado, el PP ganaría 13 escaños, el PSOE ganaría 6, Podemos perdería 6 y Ciudadanos perdería 11. Esto quiere decir que los escaños que pierde Podemos los gana el PSOE, y los que pierde Ciudadanos más un par más, los gana el PP. 

Lo anterior no resuelve el problema porque las combinaciones más naturales PP+Ciudanados, así como PSOE+Podemos se quedan igual salvo por un par de escaños que gana la primera fórmula, lo que de nueva cuenta obligaría a plantear la posibilidad de tener una gran coalición que agrupe al menos al PP y al PSOE.

En dicho escenario, Ciudadanos y Podemos corren el peligro de sufrir una fuga de votos, debido a que se potencializan los incentivos de dar el voto a un partido que tenga posibilidades de ganar, así que a pesar del buen desempeño que tuvieron en diciembre podría verse reducida su capacidad de influir en la conformación del próximo gobierno.

De estos dos partidos, Podemos es quizá el menos endeble debido a que ha logrado consolidar un importante sector de votantes decepcionados del sistema e incluso no faltará algún analista que opine que si hacen buena campaña con miras a las próximas elecciones, podrían desbancar al PSOE como segundo lugar.

El resultado del PSOE en una elección dependerá en gran medida del candidato que presenten a las próximas elecciones, por ejemplo, si mantienen a Pedro Sánchez corren el peligro de estancarse o de perder escaños, debido que el desempeño del mismo en la campaña pasada dejó mucho que desear, tuvo una actuación muy pobre en los debates y no logró mantener la cohesión y la disciplina en su partido.

El Partido Popular tiene un problema similar, aunque es casi imposible que vislumbren la posibilidad de cambiar a su candidato, el actual el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy. Mismo que sin duda tiene la capacidad de mantener los votos duros del partido, pero que difícilmente logrará atraer a nuevos votantes, ya que la mayoría de los españoles se encuentran a disgusto con su administración.

En cambio, las candidaturas de Ciudadanos y de Podemos están prácticamente resueltas, ya que gran parte de los votos que obtuvieron en la pasada elección se debe al papel que tuvieron sus carismáticos líderes en campaña, de tal forma que sería un error pensar en la sustitución de quienes cosecharon todos esos votos.

El problema de fondo que tiene ahora España frente a las elecciones es que el bipartidismo se arraigó tanto en dicho país, que la clase política incluidos los partidos de nueva creación como Podemos y Ciudadanos, nunca aprendieron a pactar y a generar alianzas estables, que en el futuro tendrán que volverse la regla, ya que se antoja difícil que el sistema de partidos de España vuelva a la configuración que tenía antes.

Una situación que ejemplifica la renuncia de los políticos españoles a las alianzas es el desaire que le hizo el dirigente de Podemos Pablo Iglesias al actual líder de Izquierda Unida Alberto Garzón. 

En la última elección Izquierda Unida obtuvo 923 mil 133 votos, pero sólo 2 diputados, cuando otras fuerzas electorales pero de corte regional tuvieron un porcentaje muy similar y 12 diputados, es por ello que Alberto Garzón le propuso a Pablo Iglesias concurrir juntos a la próxima elección. El trato le convenía a ambos, porque con la suma de votos estarían muy cerca de los del PSOE y en alianza Izquierda Unida podría obtener más escaños, pero a pesar de los beneficios y de manera inexplicable, Iglesias ha cerrado toda posibilidad de alianza.

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@victorsanval