Usted está aquí
Nueva guerra en Golfo Pérsico sería un desastre: Rusia
NUEVA YORK, EU.- Rusia advirtió ayer en la Organización de las Naciones Unidas (ONU ) de que un gran conflicto en el Golfo Pérsico sería “un desastre”, por lo que pidió “moderación” a todas las partes tras el ataque el fin de semana contra refinerías de petróleo en Arabia Saudí.
“Ese área ya tiene suficientes problemas al margen de este y un gran conflicto en el Golfo sería un desastre”, dijo el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia.
El representante ruso, que este mes preside el Consejo de Seguridad de la ONU, subrayó que Moscú no quiere precipitarse a la hora de determinar la responsabilidad de los ataques contra Arabia Saudí.
El sábado, dos refinerías de la petrolera estatal saudí Aramco, clave para el abastecimiento mundial de crudo, fueron atacadas con 10 drones, causando una reducción de cerca del 50 por ciento de su producción.
Mientras, en Ankara, los presidentes Recep Tayyip Erdogan, Vladímir Putin y Hasaan Rouhano, de Turquía, Rusia e Irán, respectivamente, realizaron una cumbre trilateral sobre las tensiones en Siria y Oriente Medio.
EU NO TIENE BASES
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos creen que el ataque del fin de semana contra refinerías de petróleo en Arabia Saudí fue lanzado directamente desde Irán, informó ayer el diario The Wall Street Journal (WSJ).
El diario cita fuentes conocedoras del asunto, que sostienen que EU ha compartido con Arabia Saudí unas imágenes y una valoración según las cuales Irán lanzó más de 20 drones y al menos una decena de misiles balísticos hacia las refinerías este sábado.
El ataque contra dos refinerías de la petrolera estatal saudí Aramco fue reivindicado por los rebeldes hutíes del Yemen, apoyados por Teherán, pero la coalición de Estados liderados por Arabia Saudí contra ellos rechazó esa idea y, en su primera valoración, dijo que las armas utilizadas eran iraníes.
No obstante, el Gobierno saudí indicó que Washington no ha aportado suficientes pruebas para concluir que Irán fue el punto de procedencia de los ataques y tampoco lo ha culpado, lo que sugiere que la información revelada por Estados Unidos no es contundente.