ESTIMADA ANA:

Ay Ana, no sé ni por dónde comenzar, mi vida entera es un completo caos y siento que un día de estos me voy a volver loca.

 Todo comenzó desde que tenía 17, ahora tengo 24. Me hice novia de mi mejor amigo, nos conocíamos desde que éramos unos chavitos y nos contábamos todo, era demasiada nuestra confianza y también nuestro cariño.

 Yo nunca había tenido novios reales, pues los que había tenido existían en mi imaginación, o sea, como muchas soñaba que andaba con fulanito o menganito.

 Bueno, el asunto es que cuando comencé a andar con mi amigo yo era virgen y fue tan intensa nuestra relación que comenzamos a tener relaciones casi inmediatamente después de que nos hicimos novios.

 Lo nuestro era como de película, cada vez estábamos más enamorados y el noviazgo era realmente apasionado, nuestros fines de semana demasiado intensos. Pasaron los años crecimos y con el tiempo además de pasárnosla muy a gusto en la intimidad, comenzamos a tomar alcohol.

 Con el pretexto que ya éramos mayores de edad, lo hacíamos cada fin de semana también, aquello ya era algo planeado y de antemano sabíamos lo que haríamos cada viernes y sábado.

 Pero hubo un pequeño detalle que comenzó a suceder: cada que yo me embriagaba, lo trataba mal, le gritaba cosas feas, lo insultaba y hasta le llegué a pegar. Él nada más me aguantó unas cuantas semanas y para mi el alcohol se volvió como una adicción, no podía pasar un fin de semana sin emborracharme.

 Terminó conmigo, me dijo que ya lo tenía harto con mis tratos y que lo mejor era que nos separáramos. De eso ya pasaron como ocho meses y me enteré que está saliendo con una fulana desde hace 3 meses, pues ella misma me llamó para decírmelo.

 Lo que ella no sabe, es que a pesar de que nosotros terminamos, jamás nos hemos dejado de ver cada fin de semana, con las mismas intenciones, en resumidas cuentas, ahora soy la amante de mi ex novio, ¡soy “la otra”!

 Cuando nos vemos me dice que la va a dejar, que a quien quiere es a mí, pero no la deja. Al principio no me importaba, pero ahora ya no soporto que siga con ella, entre nosotros sigue habiendo el mismo entendimiento, aunque ahora ya no tomo cuando estamos juntos.

 Cada que me llama los viernes para ponernos de acuerdo es imposible decirle que no; no me puedo negar a disfrutar las horas a su lado, toda la semana cuento los minutos para que llegue el fin de semana. Estoy total y completamente enamorada de mi ex y lo quiero para mi sola, ya no quiero compartirlo, yo soy su novia, no su amante. ¿Qué cree que deba de hacer, seguir con esta obsesión, como su amante o exigirle que deje a su novia? Atentamente, 

Luciana
 
ESTIMADA LUCIANA:

Efectivamente, creo que lo tuyo ya es una obsesión y se agudizó más cuando te enteraste que tu ex ya tiene una novia. Ponte a pensar, si él quisiera, ya la hubiera dejado, pero como sigue obteniendo de ti todo lo que quiere, le está resultando algo sencillo. Como dicen por allí, a quién le dan pan que llore.

 Claro que tienes derecho a disfrutar tu sexualidad, vivir tu vida como mejor lo consideres siempre y cuando asumas las consecuencias, pero también debes de tener un poquito de prudencia y amor propio y no pasar a estar en segundo plano para otra persona… tampoco ser la tercera en una relación de dos.

 Es difícil olvidar ese primer amor, pero cuando aprendes a quererte y valorarte, ese amor por el que te desvives pasa a un segundo o tercer plano o hasta desaparece por completo de tu vida.

 En cuanto a los problemas con el alcohol, ojalá realmente te hayas dado cuenta de todo lo que ocasionó el abusar de la bebida.
 
ANA

Todos tenemos problemas. ¿Cuál es el suyo?  
Para una respuesta escriba a: 
ANA APARTADO 500 o BOULEVARD V. CARRANZA y CHIAPAS, SALTILLO, COAH. 

También puede hacerlo vía internet: ana@vanguardia.com.mx