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Nos quedamos con las ganas de cantar el playball
El año que debería ser de fiesta total para los Saraperos de Saltillo, el del 50 Aniversario de la organización en Liga Mexicana de Beisbol, se ha convertido en total incertidumbre debido a la pandemia del COVID-19, un mal que ha paralizado al deporte, incluyendo el beisbol de verano en territorio azteca.
Hoy, 7 de marzo, estaba marcado en el calendario de la Nave Verde para arrancar la Temporada 2020 de la LMB visitando a los Tecolotes en territorio de los Dos Laredos, mientras que para este vierne 10 estaba prevista la inauguración en el Parque Francisco I. Madero con una gran fiesta.
Sin embargo, la propagación del coronavirus a nivel mundial ha cambiado la agenda de todos.
La Nave Verde, al igual que el resto de los equipos que integran el circuito de verano, arrancó su pretemporada en tiempo y forma; la directiva saltillense, encabezada por César Cantú García, dejó ver grandes planes para la institución —administrativos, deportivos y en las intalaciones del Parque Madero—, sin embargo, la alerta sanitaria que inició en Asia y se propagó a Europa, llegó rápidamente a América.
Fue el 14 de marzo, a casi dos semanas de iniciados los trabajos en el campamento verde, que la LMB decidió suspender toda actividad hasta nuevo aviso. Actualmente se contempla el 11 de mayo como la fecha tentativa para el arranque de la campaña, pero el panorama luce complicado para que así sea, pues el virus se extiende en México y las autoridades han decretado una cuarentena hasta principios del próximo mes, la cual podría extenderse si el riesgo para la población permanece.
Sin menospreciar la problemática que el COVID-19 ha desatado a nivel mundial, provicando miles de muertes y gran desestabilidad; este año pintaba muy bien para los Saraperos, pues se había mantenido la base que con esfuerzo y mucho corazón regresó al equipo a los playoffs. Además se incluyeron una serie de refuerzos interesantes que complicaban al “Chapo” Vizcarra seleccionar a su róster final, pues no había duda de que muchos buenos elementos quedarían en lista de reservas o fuera del grupo.
Como titulares estaban encaminados Juan Apodaca en la receptoría —en vías de naturalización—, Henry Urrutia en la primera base, Manny Rodríguez en la segunda, Christian Zazueta en la esquina caliente y Ricardo Serrano en el campo corto —Josuan Hernández busca su naturalización y pudiera estar en la reserva hasta lograrla—, los jardines serían custodiados por Rainel Rosario, Juan Pérez y Dariel Álvarez. El bateador designado sería para José Manuel Orozco con mayor actividad tras la baja temporal por lesión de Jorge “Chato” Vázquez.
Respaldando al grupo, y listos para cualquier llamado, estarían Álvaro González, Chris Valencia, Fernando Flores y Javier Mireles; por nombrar algunos.
Sería el pitcheo el más llamativo, uno de los más respetables del circuito; Orlando Lara y Miguel Peña, como refuerzos, se sumaron a serpentinas estelares de la talla de Félix Doubront, Raúl Zoe Carrillo, Sergio Mitre y Héctor Ambriz. Además llegarían más tarde los cubanos Lázrao Blanco y Carlos Viera, dos de los mejores brazos de la Isla del Encanto en la actualidad.
El relevo también lucía más que fuerte con la llegada de Anthony Carter, quien peleaba por un puesto para unirse a figuras como Mario Meza, Rafa Martin, José Miguel Piña, Benny Suárez, Alejandro Soto, Saúl Castellanos, Jorge Luis Ibarra, entre otros.
El equipo está armado y los peloteros, #SafeEnHome, se mantienen trabajando para, llegado el momento, estar listos para encarar la temporada y hacerle frente a sus rivales de la Zona Norte, división que luce más que peleada con los campeones Acereros y sus contrataciones “bomba”, los poderosos Toros de Tijuana, los siempre aguerridos Sultanes de Monterrey, unos respondones Tecolotes de los Dos Laredos y unos hambrientos de gloria Generales de Durango, Rieleros de Aguascalientes y Algodoneros de Unión Laguna.
Hay diferentes panoramas —completar los juegos con dobles carteleras, recortar el calendario o esperar hasta el 2021—, pero el más deseado, por todos, es que sea como sea se cante el playball.