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Nos ayudaremos a ponernos de pie: Estados Unidos a México
La brigada élite de 67 rescatistas y bomberos estadunidenses y sus cinco canes volvieron este viernes a su país, después de nueve días de ayudar a salvar a sobrevivientes en la Ciudad de México, tras el terremoto del 19 de septiembre.
El subsecretario para América del Norte de la cancillería, Carlos Sada, encabezó la ceremonia de despedida de los estadunidenses, en el Aeropuerto Internacional de la CDMX (AICM).
Ustedes son también verdaderos héroes, al estar dispuestos y así lo hicieron y confirmaron, dispuestos a arriesgar su vida para socorrer a aquellos que se encontraban atrapados bajos los escombros”, externó el funcionario.
“México les estará siempre agradecidos, tengan por seguro que, en todo momento, nuestro país los recibirá siempre con los brazos abiertos”.
Los integrantes del Equipo de Respuesta y Asistencia en caso de Desastres y bomberos de Los Ángeles colaboraron en la búsqueda y rescate de sobrevivientes en los edificios colapsados de las calles Álvaro Obregón 286; Petén y Emiliano Zapata, y Gabriel Mancera y Escocia.
Los ingenieros estructuralistas realizaron más de 50 inspecciones a inmuebles estratégicos, entre los que destacan hospitales, escuelas y edificios de vivienda.
“Estados Unidos y México somos socios comerciales, nuestros intercambios académicos se multiplican y contamos con una sólida colaboración en materia de procuración de justicia.
Somos hermanos y nos ayudaremos siempre a ponernos de pie uno al otro, cuando la naturaleza nos recuerde que todos somos humanos”, destacó el jefe de la cancillería de la Embajada de EU en México William Duncan.
El gobierno mexicano entregó una medalla conmemorativa a los brigadistas con la inscripción Fuerza México, y un libro con la reseña histórica del Plan DN- III-E.
“Nosotros no sólo somos socios, somos amigos. Por Fuerza México”, dijo Brian Wells, jefe de la brigada estadunidense.
Los días 22 y 23 de septiembre, dos aviones de la Fuerza Aérea de EU aterrizaron en México con 62 toneladas de alimentos no perecederos y agua; 18 toneladas de víveres, suministros médicos y artículos de primera necesidad que fueron enviados a los damnificados de Oaxaca.