‘No supero que el papá de mi hija se case’
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‘No supero que el papá de mi hija se case’
ESTIMADA ANA:
Conocí al papá de mi hija desde que éramos muy jóvenes, trabajábamos juntos en una maquiladora en el turno nocturno porque en ese tiempo yo estaba a punto de terminar mi carrera. Siempre nos llevamos muy bien, se notaba que había química entre nosotros.
Nunca me había sentido tan atraída hacia nadie más como me sucedió con él. Y fue tanta esa pasión y atracción que a los 6 meses salí embarazada y decidimos salir adelante y cada vez me quedaba más claro que lo nuestro sería para siempre, sólo pensaba en estar juntos, con nuestro bebé. Obviamente en nuestras familias la situación al principio fue complicada pero ambos supimos tomar las cosas con madurez y enfrentarlo.
Al nacer nuestra hija yo dejé de trabajar, pues el turno nocturno era demasiado pesado para mí. Él, con mayor razón seguía trabajando y a veces hasta doblaba turnos. Comencé a sentirme muy sola, pues muy pocas horas al día lo veía, incluso los fines de semana siempre me la pasaba sola con mi niña, cuando muchas familias convivían en el parque juntos, él no estaba con nosotros.
Sin embargo, jamás le reclamé que dejara el turno nocturno, al contrario, él seguía estudiando y yo siempre lo apoyé en sus proyectos. Después le dieron otro puesto y cada vez el trabajo era más demandante. Mientras tanto, en la casa para mí muchas cosas seguían complicándose, pues prácticamente estaba sola, ya que cuando llegaba sólo se dedicaba a dormir para recuperarse.
Para colmo, cuando la niña cumplió 7 meses, me detectaron unos quistes, esto me trajo algunos malestares porque no me había hecho estudios y fue complicado el tratamiento y nuestra relación iba de mal en peor. Me fui dando cuenta que cuando le pedía algo, siempre se molestaba y terminaba enojado, la comunicación entre nosotros se fue acabando y al final terminamos separándonos.
Nos dimos cuenta que la convivencia entre nosotros prácticamente era nula y no tenía ningún caso seguir juntos. Ahora ya pasaron casi dos años de todo aquello y el fin de semana me enteré por Facebook que él se va a casar. La noticia me sorprendió mucho, pues dentro de todo, tenía la esperanza de que un día regresáramos.
El domingo en la noche que vino a traerme a la niña le pregunté, le costó reconocerlo pero me lo confirmó. Me cuesta mucho aceptar que ahora así sea, tenemos una hija en común y no se me hace justo que él se vaya a casar con otra y que conmigo, que soy la madre de su hija, nunca se haya casado. No sé cómo superarlo, me considero una persona fuerte, pero en esta ocasión me siento indignada. Gracias de antemano,
María de Jesús
ESTIMADA MARÍA DE JESÚS:
Entiendo cómo te sientes, pero es importante que sepas que el hecho de que tengan una hija, no obliga a ninguno de los dos a permanecer juntos para siempre.
Ustedes ya estaban separados y de la misma manera en que ahora él está rehaciendo su vida, tú tienes el mismo derecho a hacerlo.
Y es complicada una separación cuando hay hijos de por medio, pero definitivamente no puede ser un motivo de seguir junto a una persona. Los hijos son quienes salen más perjudicados y muchas veces es peor que si no hay amor, los padres sigan juntos.
En este caso, de ti dependerá cómo quieres superar esa separación definitiva y que a tu hija no le afecte. Serás la encargada de sacarla adelante y con la mayor inteligencia y madurez demostrarle que solas pueden salir adelante y que serán capaces de afrontar los problemas que en la vida se les vayan presentando.
ANA