‘No quiero dejar a mi bebé para trabajar’
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‘No quiero dejar a mi bebé para trabajar’
ESTIMADA ANA:
Soy una mujer trabajadora, siempre lo he hecho, pero ahora las cosas han cambiado. Hace tres meses nació nuestro primer bebé, pedí un permiso en la empresa y dentro de unos cuantos días me tengo que reincorporar a mis labores.
En verdad me está costando mucho aceptar que me separaré de mi bebé durante el día, tan solo de pensarlo, lloro. Desde que nació no me he separado de él ni un solo minuto y cuando por alguna necesidad he tenido que hacerlo, en verdad sufro demasiado.
Podrá inscribirlo en una guardería, de hecho cerca de mi trabajo hay una que aparentemente está muy bien y brindan buen servicio, pero sigo con mis dudas.
Karina
ESTIMADA KARINA:
Combinar la vida laborar con la maternidad puede llegar a ser una tarea realmente complicada. A veces cuesta trabajo organizar la rutina de tal manera que todo resulte favorable en ambos contextos. Pero, déjame decirte que no eres ni la primera ni la última mamá del mundo que deja a sus bebés en guardería o al cuidado de otras personas. Si tu deseo es seguir activa laboralmente, adelante, siempre y cuando sepas aprovechar el tiempo que estés con tu bebé, que sea de calidad y que lo hagas por que estás plenamente convencida y no te causará algún tipo de remordimiento.
Les comparto una bonita reflexión hoy, mitad de semana.
“Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora… Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto si soy testigo de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos. Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa. Sin muchas golosinas en el paquete.
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas, gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí, tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar. Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan, estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás…”
Mario de Andrade (Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño).
ANA