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"No olvidaré lo que me ha dicho", promete Trump al papa Francisco
El presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró impresionado hoy por una audiencia con el papa Francisco que había desatado bastante expectativa ante las visiones contrapuestas sobre muchos asuntos entre ambos líderes mundiales.
Reunirse con el pontífice fue "el honor de una vida", escribió el mandatario en Twitter. "Dejo el Vaticano más determinado que nunca a perseguir la PAZ en nuestro mundo”.
Al término de su visita le había dicho a Francisco: "Gracias, gracias. No olvidaré lo que me ha dicho". "Tiene algo. Es realmente bueno, tuvimos un encuentro fantástico y un tour fantástico, fue realmente bonito", aseguró el mandatario sobre el papa y su visita a San Pedro y la Capilla Sixtina.
Por su parte, en un comunicado el Vaticano señala que los dos líderes manifestaron "el compromiso común en favor de la vida y de la libertad religiosa y de conciencia", en referencia a su posición coincidente contra el aborto y el entendimiento de que los cristianos puedan ser objetores de conciencia en ese sentido.
"Se ha manifestado el deseo de una colaboración serena entre el Estado y la Iglesia católica en Estados Unidos, comprometida con el servicio a la población en los campos de la salud, la educación y la asistencia a los inmigrantes", indica el texto, que menciona asimismo que ambos líderes hablaron de la paz en el mundo "a través de la negociación política y el diálogo interreligioso".
Honor of a lifetime to meet His Holiness Pope Francis. I leave the Vatican more determined than ever to pursue PEACE in our world. pic.twitter.com/JzJDy7pllI
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de mayo de 2017
Trump mantuvo un encuentro privado de media hora con el pontífice, frente a los 50 minutos de su antecesor Barack Obama en 2014, pero se preveía que la visita fuese corta ya que el papa tenía que encabezar a continuación su audiencia pública de todos los miércoles en la Plaza de San Pedro.
El encuentro había generado curiosidad por el contraste entre un presidente que se hizo millonario con negocios inmobiliarios y que fue una estrella de "realities" televisivos, frente a un sacerdote argentino que defiende una Iglesia de los pobres y alerta sobre el cambio climático.
Antes de sentarse juntos a hablar en la biblioteca vaticana, los dos se dieron la mano y posaron para las fotografías. Trump, sonriente, dijo que era "un gran honor" conocer al papa, que se mantuvo serio y en silencio.
El año pasado, los dos habían protagonizado una polémica cuando Trump aún era el candidato republicano a la Presidencia y Francisco dijo que su plan de constuir un muro en la frontera con México no era "cristiano", un comentario que Trump consideró “vergonzoso".
Las tensiones se calmaron tras el nombramiento del juez antiabortista Neil Gorsuch en la Corte Suprema y la designación de Callista Gingrich, esposa del ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, como embajadora ante el Vaticano.
The @Potus & I are looking forward to our visit w His Holiness Pope Francis @Pontifex. This promises to be a personal & very special visit.
— Melania Trump (@FLOTUS) 23 de mayo de 2017
Después de la audiencia, Trump le presentó al papa a su esposa Melania, su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner, y después al resto de su delegación, que incluía al secretario de Estado Rex Tillerson y al asesor de Seguridad Nacional H.R. McMaster.
Tanto Melania como Ivanka acudieron vestidas de negro, como manda el protocolo vaticano, y con la cabeza cubierta con mantillas. La primera dama, que es católica, llevó además un rosario para que el religioso se lo bendijera.
#PlanetEarthFirst! Il nostro messaggio per @realDonaldTrump sulla cupola di San Pietro, prima dell’incontro con @Pontifex_it pic.twitter.com/WuHLUljRwh
— Greenpeace Italia (@Greenpeace_ITA) 23 de mayo de 2017
La atmósfera se sentía más relajada y el papa incluso hizo una broma sobre lo que come el presidente, aunque generó confusión entre la prensa sobre si hablaba de pizza o de "potica", un dulce típico de Eslovenia, país natal de Melania, del que al parecer es fan el pontífice, y que se pronuncia en esloveno de manera similar al plato italiano, "potiza".
En el tradicional intercambio de regalos, Francisco le entregó al mandatario tres documentos papales, entre ellos su encíclica "Laudato Si" sobre cambio climático, además de una copia firmada de su mensaje de paz 2017 y un medallón con una rama de olivo, informó el Vaticano.
Trump por su parte le regaló una serie de libros escritos por Martin Luther King Jr. y una escultura que simboliza la unidad y la resistencia.
El presidente llegó al Vaticano con un convoy de más de 50 vehículos en medio de fuertes medidas de seguridad. Numerosas calles estaban cerradas y la Policía estableció zonas a las que no se podía acceder en las inmediaciones de la embajada estadounidense y la residencia del embajador, en la que el presidente pasó la noche.
El jefe de Estado se reunió con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y recorrió la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro junto con Melania, que después realizó una visita sola al hospital infantil del Vaticano "Bambino Gesu”.
Por su parte, Ivanka participó en una mesa redonda sobre tráfico de seres humanos en la Comunidad de San Egidio, una fundación católica, mientras que la agenda de Trump continuó con conversaciones con el presidente italiano, Sergio Mattarella, y el primer ministro Paolo Gentiloni.
El martes, una veintena de estadounidenses expatriados organizó una protesta contra su presidente, mientras que la organización ecologista Greenpeace consiguió proyectar sobre la cúpula de San Pedro un mensaje contra el cambio climático: "Planet Earth First" (Planeta Tierra primero), en alusión al lema de campaña de Trump "America First" (EU primero).
Por la tarde, el presidente partirá a Bruselas para participar mañana en una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y regresará a Italia en la tarde del jueves para la cumbre del Grupo de los Siete (G7) en Taormina, Sicilia, el viernes y sábado. "Nos está gustando Italia", resumió Trump.