Esta semana inicié un taller El valor de ser yo misma para adolescentes y al final de la sesión una chica de 13 años me pidió hablar conmigo y me dijo: “Ayúdeme. No me siento bonita.” Al preguntarle por qué pensaba que no estaba bonita, me respondió: “Hay niñas más bonitas que yo. No quiero postear fotos porque soy la más fea de todas.” No me pudo decir el por qué se consideraba bonita. Al decirle que me dijera si eran los ojos, la cara o el cabello que se sentía no bonita, no pudo explicarme.

Las redes sociales se han convertido el mejor medio de comunicación y contacto de las adolescentes y reducen sentimientos de soledad y aislamiento social entre ellas. Sin embargo, son la causa más importante de problemas emocionales como depresión, ansiedad y baja autoestima, especialmente entre las niñas y adolescentes. La Dra. Jean Twenge, psicóloga de Universidad Estatal de San Diego y autora del libro Generation Me, publicó un artículo titulado Disminución del bienestar psicológico de los adolescentes americanos después del 2012 y la relación del tiempo de pantalla y el uso del celular afirmando “Los adolescentes que pasan más tiempo en comunicación electrónica y pantallas (redes sociales, textear, videojuegos e internet) son menos felices, menos satisfechos de sus vidas y baja autoestima. En contraste, los adolescentes que pasan más tiempo en actividades de NO pantalla (relación social cara-cara, deportes, medios impresos, y tareas) tienen mejor bienestar psicológico.” La tecnología es un foco de comparación y planteamiento de expectativas. Siempre veremos mejor el jardín del vecino que el nuestro. La doctora Neha Chaudhary, psiquiatra infantil y adolescencia de la Escuela de Medicina de Harvard, menciona que el uso de redes sociales provoca directamente problemas de depresión, ansiedad, menosprecio de la autoestima y soledad. Afirma que el 21% de adolescentes decae su estabilidad emocional después de estar en redes sociales.

La tecnología no es buena o mala, sino cómo la utilizamos. Sus bondades pueden ser mayor conectividad social, afirmación de su personalidad, expresión emocional y desarrollo de su identidad. Sin embargo, su mal uso ocasiona ansiedad social, insatisfacción de su imagen corporal y desórdenes alimenticios, depresión y hasta exposición de pornografía. La mayor insatisfacción que reportan los adolescentes después de estar expuestos al internet se refiere a sus cuerpos. Más del 70% les gustaría cambiar algo de ellos. Les gustaría estar más altos, cambiar el color de ojos, tipo de cabello, forma de la cara, proporción de busto, cadera o piernas, etc. Es muy importante la supervisión sobre las páginas y aplicaciones de internet que tienen acceso, mantener una comunicación abierta sobre las emociones que surgen ante los mensajes e imágenes que comparten en sus redes sociales y mantener siempre una actitud de escucha.