A pesar de los esfuerzos por mejorar la calidad educativa y los aprendizajes de los alumnos, las autoridades educativas federales, estatales y locales no han logrado construir estrategias que permitan, de manera generalizada y sistemática, conseguir cambios significativos a escala nacional en obtener resultados óptimos en los conocimientos básicos de los estudiantes, advierte el informe titulado Panorama educativo de México 2017.

El documento presentado ayer y elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), destaca que es necesario cambiar la distribución de recursos materiales y humanos en el sistema educativo, pues su asignación aún no responde a criterios de equidad, ya que quienes menos tienen enfrentan las mayores carencias en sus escuelas y en la calidad de sus aprendizajes.

Durante la presentación de resultados, Héctor Robles Vásquez, director general de Integración y Análisis de Información del instituto, destacó que el sistema educativo nacional tiene entre sus avances más importantes la expansión de la cobertura escolar en educación básica y media superior en los pasados tres lustros.

No obstante, advierte, existen retos para asegurar la universalización del acceso a las escuelas, especialmente en educación prescolar y media superior, donde hay un mayor porcentaje de menores que se quedan fuera de las aulas.

De acuerdo con cifras dadas a conocer en las instalaciones del INEE, la matrícula de bachillerato en planteles de sostenimiento estatal muestra el mayor crecimiento desde el ciclo escolar 2001-2002, pues los telebachilleratos y la educación media superior a distancia incrementó su matrícula en más del triple entre este periodo y el ciclo 2016-2017, al pasar de 104 mil 50 a 456 mil 628 alumnos, mientras que los bachilleratos estatales pasaron de atender a 401 mil 885 a 609 mil 433 jóvenes, es decir, una y media veces más.

Sin embargo, advierte que 72.5 por ciento de los planteles de educación media superior ubicados en comunidades rurales corresponde a telebachilleratos, telebachilleratos comunitarios y centros de educación a distancia, los cuales enfrentan los mayores desafíos de equipamiento e infraestructura.

En cuanto a la población con rezago educativo, indicó que entre los jóvenes de 20 a 24 años se detectó que pese al incremento de quienes logran concluir la educación básica, 14 de cada cien no ha terminado sus estudios de secundaria y 46.5 por ciento no concluyó el bachillerato.

A esto se suma que 5 por ciento de los adolescentes entre 12 y 14 años que egresaron de secundaria no son atendidos en el bachillerato, a pesar de que cuentan con los requisitos para continuar sus estudios. Otro de los desafíos en este nivel educativo es la alta tasa de abandono escolar, pues cada año 15.5 por ciento de los jóvenes que ingresan, abandonan las aulas, de acuerdo con datos del ciclo escolar 2015-2016.

En sus conclusiones, el análisis del INEE alerta que se detectaron tipos de gestión escolar y carencias en la asignación de recursos persistentes a lo largo de los años, lo cual configura limitantes para tener escuelas incluyentes y con los recursos suficientes para asegurar el pleno desarrollo de las capacidades de niños y jóvenes.