El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó el odio y la xenofobia, luego de los tiroteos ocurridos el fin de semana y envió condolencias a su homólogo mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Trump pidió el lunes a la nación que condene a la supremacía blanca después de un tiroteo mortal en El Paso, Texas, presuntamente llevado a cabo por un hombre armado que publicó un manifiesto antiinmigrante.

"El tirador en El Paso publicó un manifiesto en línea consumido por el odio racista", dijo Trump durante los comentarios dentro de la Sala Diplomática de la Casa Blanca.

"Con una sola voz, nuestra nación debe condenar la intolerancia, el odio y la supremacía blanca", dijo. "Estas siniestras ideologías deben ser derrotadas".

Trump también dijo que daría a las agencias federales de aplicación de la ley que recibirían "lo que necesiten" para tomar medidas enérgicas contra los nacionalistas blancos.

De este modo, Trump salió al paso de las críticas que han arreciado durante el fin de semana culpando su agresiva retórica de mano dura en inmigración como uno de los factores que había alimentado la ola de violencia.

Asimismo, se mostró "indignado y asqueado" por las matanzas de este fin de semana y aseguró que los condenados por crímenes de odio deberían encarar la "pena de muerte" con ejecuciones "rápidas".

Una vez más, Trump apuntó que son "la enfermedad mental y el odio son las que aprietan el gatillo, no la pistola", en una defensa del derecho de portar armas en Estados Unidos.

Las autoridades federales ya anunciaron que tratarán el tiroteo en Texas como un acto de "terrorismo doméstico", mientras que aún están investigando la motivación del ocurrido en Ohio.

En ambos casos, los sospechosos son hombres jóvenes blancos.