Actualmente existen en Coahuila ocho solicitudes de adopción entre matrimonios homoparentales. Yezka Garza, titular de la Pronnif, comentó que ha sido un gran reto social que ha desatado grandes diferencias el que dos personas del mismo sexo puedan meter una solicitud de adopción. 

La titular de la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia comentó que esos ocho expedientes están integrados para que participen dentro de la terna del consejo técnico de adopciones; dijo que son seis de matrimonios igualitarios de hombres y dos de mujeres los que están registrados. 

En 2015 y 2016 se concretaron 6 adopciones homoparentales, 3 de niños institucionalizados y 3 adopciones entre particulares o familias en adopción a su hijo a una pareja homoparental. 

Luego que salieran a relucir las banderas de arcoíris en pro de la comunidad LGTB, las redes sociales cuestionaron sobre la igualdad que existe en los trámites institucionales para las parejas del mismo sexo. 

“Las solicitudes de parejas homosexuales y heterosexuales se están llevando en los mismos términos y por igualdad de circunstancias, se está realizando el mismo proceso de evaluación y circunstancias. Están investigando bajo el mismo criterio a cualquiera de las familias”, expresó Garza Ramírez. 

En lo que va de la presente administración van 539 adopciones, de las cuáles desde hace 2 años sólo se han concretado 6 en parejas del mismo sexo. 

Garza Ramírez aseguró que el número de solicitudes ha aumentado, pero no terminan el proceso, porque “no están listas o tienen otras cosas que hacer”. Además, aseguró que la Pronnif tiene un gran número de mujeres solteras que también buscan adoptar. 

Algunos comentarios se han hecho por parte de grupos religiosos, donde exponen que la mayoría de los niños que puedan ser adoptados por parejas homoparentales son altamente propensos de sufrir bullying. 

Sin embargo, Yezka Garza comentó que cuando se detecta un caso de violencia o acoso escolar, sin importar las circunstancias de la familia, el comité de la Secretaría de Educación es el primero en responder. 

No obstante dijo que cuando la situación se rebasa y existe un caso de agresión entre un niño y otro, en menores de 12 años se da un proceso de reparación del daño o justicia restaurativa y cuando es mayor de 12 años se remite al Ministerio Público debido a que ya puede responder a un proceso de investigación. 

“Hemos detectado que es una decisión convencida al igual que cualquier otra familia heterosexual, no nos basamos en si hay manifestaciones o si hay personas que no están de acuerdo, estamos en un estado de igualdad de circunstancias”, expresó. 

La Procuradora aseguró que en los casos que se han conocido por la dependencia a su cargo, la mayoría de las familias son mucho más sólidas, gracias a que han luchado con adversidades sociales, “que los han hecho fuertes y han recibido procedimientos de terapia exitosos y eso hace que estén consolidadas”. 

“Siempre hemos tenido observaciones que respetamos, pero ha sido un proceso de aprendizaje y abrir las puertas. Es reconocer que muchos niños no desarrollan figuras paternas o maternas, son familias de las cuales se tiene que aprender mucho”, puntualizó la Procuradora.