Usted está aquí
‘No hay de otra que empeñar’, en tiempos de pandemia
TORREÓN, COAH.- A las afueras de Nacional Monte de Piedad se observa una larga fila de personas que buscan entrar, bien para pagar un refrendo o para empeñar algún objeto. Entre ellas está Juan Sánchez.
Juana, una señora pequeña de más de 50 años, cuenta que con la crisis económica y la pandemia, ella y su familia se han visto en la necesidad de empeñar. Hace unas semanas dejó en garantía unos anillos, por los que les dieron 5 mil pesos.
“Es para alimentos, para subsistir”, dice Juana después de salir del Monte de Piedad y pagar el refrendo.
Relata que su esposo lava coches en el centro, pero a diferencia de los tiempos previos a la contingencia sanitaria, no alcanza para la semana.
Su hijo, añade Juana, trabaja en un taller mecánico, pero hay días en que no cae trabajo y tampoco tiene para apoquinar en la casa.
“La situación está difícil y no hay de otra que empeñar y seguir buscando trabajo”, menciona la mujer.
HASTA LAS HERRAMIENTAS DE TRABAJO
Liliana Cardoza, la encargada del bazar “El Güero”, relata que hace como un mes comenzaron a llegar obreros y mecánicos a empeñar su herramientas, desde cintas para medir, taladores o pulidores, inclusive bicicletas que usan para trasladarse.
“Me trajeron tres bicicletas en la semana”, cuenta.
Pero hay otros como Luis, de 71 años, que tienen que empeñar para comprar medicinas porque el Seguro Social, dice, no tiene o no los proporciona.
“Mi esposa está enferma y usted sabe que los medicamentos están caros y no completa uno. Se ve uno en la necesidad de acudir al Monte”, platica.
Hace un mes empeñó unos anillos y arracadas, por los que le dieron 11 mil pesos que ha utilizado en medicamentos para el cáncer que padece su esposa.
Larga espera. A las afueras del Monte de Piedad se observan las filas de laguneros, quienes esperan turno para empeñar sus objetos de valor.