No culpen al Banco de México

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No culpen al Banco de México

Una de las instituciones que más solidez le ha dado al país es el Banco de México (Banxico), que a través de sus acciones y estrategias ha logrado corregir muchas de las acciones negativas generadas por la contracción del gasto público, o de las mismas incoherencias matutinas dichas cotidianamente por declaraciones sin ton ni son.

En este mismo caso, el presidente ha mostrado su enojo porque el Banxico este año no le dará recursos, sin entender que esos recursos se derivan de situaciones financieras ajenas al propio Banco y que este es autónomo, por lo que no puede exigirle nada.

Banxico ha llegado a ser tema de conversación reciente por el disparo de la inflación por arriba del 6 por ciento que está fuera de la meta planteada por el organismo en 4 por ciento máximo.

Sin embargo, la culpa, si es posible utilizar esta palabra no es del banco central mexicano, es resultado de una combinación de factores que a nivel nacional e internacional están creando condiciones inflacionarias a nivel mundial.

Es imposible negar que los programas de apoyo a las economías derivadas de la contingencia sanitaria, van a generar incrementos sostenidos de precios. Esto se debe a que los bancos centrales del mundo han decido “crear” dinero y darlo a las familias para que se recupere el consumo agregado y de esa forma incentivar la producción y generar un nuevo ciclo de crecimiento económico positivo.

Pero el problema radica en que se genera más dinero en el sistema que productos, haciendo que haya una mayor demanda de bienes y servicios, pero ante la escasez relativa al dinero disponible, las empresas ajustan sus precios al alza generando este proceso inflacionario.

Es por eso que varios países, incluidos México, han decido no dar ningún apoyo ni a las familias ni a las empresas. La pregunta que surge entonces es de donde viene esa inflación del mes de abril reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

El Banxico ha estado incrementado la masa monetaria en los dos últimos años, esto es casi el tiempo que ha estado el presidente López Obrador en el cargo. El aumento de la masa monetaria fue de un 17 por ciento en este periodo.

Este es el punto de inicio del proceso inflacionario que estamos empezando a ver en el país. Este aumento tiene que ver con la contracción del gasto público en 18 por ciento enese mismo periodo de tiempo. Por ello, el Banxico viene corrigiendo la falta de gasto público con aumento de la masa monetaria, pero como este es un tema muy técnico, la población no se ha enterado de ello en los medios de comunicación.

Así mismo, a nivel internacional los apoyos a las empresas y las familias en Europa están viniendo a México a través de fondos de inversión que pagan mayores réditos aquí. El banco BBVA reportó que incrementaron en 10 por ciento los depósitos a la vista en el último mes, como evidencia del aumento del circulante y del flujo de dinero de otros países.

Al día de hoy, el tipo de cambio entre el peso y el dólar está por debajo de los 20 pesos a la venta, lo que demuestra la disponibilidad de dólares derivadas de la gran cantidad de remesas que ha captado el banco de México, que llegan ya a los 194 mil millones de dólares. Dólares en poder del Banco de México y disponibles para quien quiere tener acceso a ellos pero las tasas no están acordes a lo que el mercado desea.

Hasta el momento hay dinero, es claro, por ello el presidente quiere echar mano de lo que se pueda sobre todo en este momento, un par de semanas antes de las elecciones.

Las necesidades de que sus candidatos puedan tener una victoria son importantes para seguir manteniendo el control del país y sobre todo de la política nacional. Pero olvida que el Banxico es un órgano autónomo que no está supeditado a los caprichos políticos de nadie.

Es importante mencionar que el mundo, no sólo México entrará a una vorágine de liquidez que ocasionará procesos inflacionarios para recuperar las pérdidas ocasionadas por el COVID-19.

Entregar dinero en efectivo a las familias y a las empresas en Estados Unidos y Europa, y con sólo anunciarlo, está cambiando los mecanismos de generación de utilidades empresariales y de los mercados financieros, pero a cambio están creándose inflación y burbujas financieras que para el 2022 estarán en riesgo de explotar.

Banxico está tratando de mantener a flote a la economía mexicana que a pesar de las declaraciones de que crecerá el país por arriba del 5 por ciento, no es posible dadas las condiciones presentes.

Ni la secretaria de hacienda ni el propio gobierno general, están generando confianza en los inversionistas ni nacionales ni internacionales. La inversión extranjera directa está en su nivel más bajo desde 2099, y la Bolsa Mexicana de Valores, está recuperándose de manera importante casi llegando a los 50 mil puntos que es el techo esperado para este año, esa es una buena noticia, pero cuando se invierte el dinero en mercados financieros, no necesariamente va allegar a las empresas para su crecimiento.

Vienen tiempos buenos para los que entiendan de finanzas porque en el corto plazo se tendrán mercados financieros expansivos, que podrán incrementar el patrimonio de las personas y de las empresas.

Sin embargo, las economías estarán en problemas porque las burbujas inflacionarias ocasionarán una pérdida del poder adquisitivo en los sueldos, las pensiones y el ingreso en general de la población.

Está claro que Banxico está haciendo un excelente trabajo dentro de sus posibilidades, y aunque el presidente quiera y necesite más dinero, no podrá dárselo porque las condiciones financieras y económicas no lo permiten. Al menos eso lo dicen los datos disponibles y otra vez, no hay otros datos.