El medallista de bronce en la prueba del Pentatlón Moderno en los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016, Ismael Hernández, manifestó que la mentalidad fue clave para poder subir al podio y darle un metal a la delegación mexicana.

En entrevista con Excélsior, en el programa Adrenalina, el atleta mexicano compartió momentos vividos antes, durante y posterior a la competencia en la que se llevó el tercer sitio.

"Me pasaron dos cosas. La primera es que el caballo que me tocó fue increíble, pero el jinete anterior derribó cuatro palos. Hablé con él, llegamos a un buen entendimiento. Los caballos sienten y cuando tratas de comprenderlo, no sólo de dominarlo, las cosas funcionan. También, antes, cuando llegué a calentar, la pistola no servía, entonces dije ‘¿qué hago?’. Intenté calmarme y usé la pistola de repuesto, con la cual no tiraba desde hace un año. Entonces comencé a tirar y no lo hice tan mal, pero tampoco excelente”.

De buen humor y con la sonrisa que lo caracteriza desde aquel momento en el que presumió su medalla en el podio de Río 2016, el nacido en Cuautla, Morelos, dejó en claro que para él vale más el trabajo, esto sobre el factor suerte del que algunos deportistas se apoyan, a favor o en contra.

"No creo tanto en la suerte, pero sí en la preparación. He tenido cambios en la mentalidad, radicales. Siempre he sido un chavo súper positivo y estar bien con toda la gente, pero antes un poco inseguro de lo que era, pero después llegó una persona que me dijo ‘tú eres lo que tú te propongas hacer’, entonces dije ‘quiero ser campeón’ olímpico’, y cualquier acción iba encaminada a esa meta”.

Sobre la visite que tuvo con el presidente Enrique Peña Nieto, comentó: “Nos dio la libertad de expresarnos sobre el sistema deportivo en México y sobre todas la inquietudes que tuviéramos”, finalizó.