A pesar de que el COVID-19 cobró la vida de 157 personas en la Región Sureste de Coahuila durante los primeros 5 días de diciembre y cerró el fin de semana con una ocupación hospitalaria del 50 por ciento, los saltillenses refieren que si existiera la posibilidad regresar al confinamiento debido al alto índice de contagios y defunciones, sería difícil acatar la disposición, ya la economía del hogar se ha visto seriamente golpeada.

En un ejercicio realizado por VANGUARDIA para preguntar a la ciudadanía si estaría dispuesta a regresar al confinamiento o cumplir con un toque de queda si la situación epidemiológica empeora, se documentó que solo lo harían si no se afecta su salario.

Los entrevistados sostuvieron que a menos que en sus empleos les mantengan el sueldo al 100 por ciento, podrían acatar y resguardarse en sus hogares, de lo contrario, sería imposible debido a la crisis económica que ha acarreado la pandemia mundial.

“Para mí sería complicado, en la empresa donde trabajo al principio nos ofrecieron hacer home office y no descontarnos nada, pero conforme pasaron los meses teníamos que regresar a la oficina y la gente que se fue enfermando batalló mucho para que le dieran su incapacidad, muchos seguían trabajando desde casa para no perder el empleo”, apuntó Bertha.

Otros ciudadanos indicaron estar retomando sus actividades económicas, laborales e incluso educativas, por lo que no estarían dispuestos a regresar al estricto distanciamiento social que se decretó en los primeros meses de la pandemia.

“La verdad sería muy difícil, la gente ya regreso a sus actividades normales y tiene ya un ritmo de las cosas, sería muy difícil hacerles entender de nuevo que hay que encerrarse o que no hay que salir a restaurantes o a las tiendas, menos en esta temporada. De seguir así tendrían que cerrar de plano todo para que la gente no salga”, apuntó Lidia.