Nivel de análisis

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Nivel de análisis

México es el auto Koenixsegg CCX. ¿Qué tanto nivel de análisis se requiere para concluir que Peña lo chocó? Muy poquito. El crecimiento por debajo del 2 por ciento, deuda disparada, gastos y corrupción rampantes y una cínica indiferencia hacia la moralidad. Como el auto rojo de la foto, sin ruedas México no se puede remolcar.

Quizá esto explique el pánico generalizado a Trump. México sobrevive remolcado por lo EU: exportaciones, remesas y turismo. Nuestro petróleo y mucho sudor maquilador pagaban el ride, ¿y ahora ni eso?

Trump es el villano perfecto de los dependientes, ignorantes e inseguros. Si Estados Unidos se vuelve proteccionista… estamos muertos. Si un muro detiene migrantes o los expulsan… estamos requete fritos. Por efecto dominó en la inseguridad… hasta sin turismo nos quedaríamos.

Odiar a Trump requiere cero análisis. No se ocupa. El contagio emocional cunde. “Les dijeron violadores y asesinos a todos los mexicanos,” reportaron los medios con intereses políticos. Con eso basta y sobra. Lo bueno de Trump es que unifica en su contra a intelectuales, artistas, activistas, y políticos. El miércoles pasado el engrudo social se convirtió en cola loca cuando Peña recibió al candidato empresario. 

Otro cero análisis: Peña tiene serias limitaciones. Citando a Juanga, “lo que se ve no se juzga”. Para los críticos de Peña les tengo una novedad que los va a enojar más aún. Trump solicitó la invitación. ¡No fue idea de Peña!

Claro que en Los Pinos son tan tontos que dicen haber tomado la iniciativa. Cuando el equipo de Trump revela el porqué, desde cuándo y cómo buscaron la invitación, les creo a ellos.

Yo no leo al NYT ni el LA Times ni sus reporteros sesgados. Cuando quiero veo los discursos de Trump y sus entrevistas grabados, sin intermediarios. En contexto, los violadores y asesinos eran a los coyotes que abusan de las mujeres que contrabandean y de paso cargan como mulas para introducir drogas a Estados Unidos. Sin embargo, los medios liberales convencieron que se refería a todos. Cero contexto y cero análisis, y como consecuencia: la indignación colectiva, las protestas, quejas y lloriqueos furibundos. Hitler Ver. 2.0. ¿De veras?

Suponiendo que se refería a “todos los mexicanos”, yo no me daría por aludido, y menos por ofendido. A palabras necias, oídos sordos. Y tan tan. ¡Ah, pero como puede ser presidente y puede desganchar el remolque, ni lo mande Dios. ¡Hasta el Senado de la República se atreve a hacer campaña institucional contra un candidato a presidente en otro país! Ahora conviene ignorar el principio de no intervención que el PRI usó para quedarse 70 años en el poder. 

Nuestro Gobierno e intelectuales son tan hipócritamente patrióticos que me dejan atónito. 

Indignadísimos por los “insultos racistas” de Trump. Sin embargo, en nuestro territorio se secuestran y matan migrantes a batazos. O los destazan vivos para extraerles los órganos. Y hay peor: violan mujeres y les hacen bebés, para comerciar con sus órganos. Cero en las noticias, cero análisis y por ende, cero ofendidos.

Por esta razón rechazo sumarme a la cargada de los indignados. Me toca analizar todo el universo de posibilidades. Hillary también está cañón. Nuestro futuro está en juego. Temo hasta una mega manipulación de los mexicanos para que todo siga igual aquí y allá.

Insistíré en que Trump aún puede ganar. Ayer rectificó. Dijo “primero expulsamos a los migrantes delincuentes y luego vemos dónde estamos”. Su equipo ya habla de que los buenos ilegales podrían “tocar México” en un consulado. Eso cambia todo el juego y faltan los tres debates.

Trump no es político, pero es un experto negociador. Ya se “merendó” a Peña y dejó a Hillary en perder-perder  venga o no venga. Ve sus posturas radicales como estrategia para sentarse a negociar, pero aquí el presidencialismo nos hace sicóticos. Si no entendemos esto no entenderemos la posible sorpresa electoral en noviembre.

javierlivas@prodigy.net.mx