Niños sacrificiales
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Niños sacrificiales
El título original de esta novela, la primera escrita en inglés de la mexicana Valeria Luiselli (1983), podría traducirse como “El archivo de los niños perdidos”. El anterior libro de Luiselli, testimonio de su trabajo como traductora de los niños sin papeles en la Corte Federal de Migración de Nueva York, se titulaba en español “Los niños perdidos”. Así que esta novela se presenta como el laboratorio de aquel ensayo, teniendo en cuenta que buena parte de la mejor ficción actual se disfraza de borrador de otro libro que puede existir o no. El mismo proceso de creación queda, en palabras de Giorgio Agamben, perpetuamente inacabado como fragmento “de una obra en curso que tiende a confundirse con la vida”.
Luiselli hace coincidir dos tramas: la desaparición de los menores migrantes dentro del cruel sistema penitenciario de Estados Unidos (pobres, proscritos, ilegales,“niños aliens”... Cuidadísimo análisis de las violencias del lenguaje) y el final de una pareja en la que “cada uno intenta deshacerse del otro y, al mismo tiempo [...] salvar a la pequeña tribu que han creado juntos”. Desierto sonoro se presenta como el road book de un viaje en coche desde Nueva York hasta Texas de un matrimonio de escritores con sus dos hijos pequeños, la muda competitividad de la pareja (con geniales intervenciones de los niños). Pero también como la crónica autobiográfica de una escritora profesional en busca de su tema. Luiselli prefiere narrar detalles de apariencia insípida, pero cargados de conflicto. Matiza la atmósfera, pero calla el daño punzante. Se arriesga al exceso de digresiones, pero súbitamente acota la capacidad alegórica de un padecimiento en una imagen exacta: por ejemplo, una tortuga sin una aleta.
por: Carlos Pardo
Desierto sonoro.
Valeria Luiselli.
Traducción de Daniel Saldaña París y Valeria Luiselli
Editorial Sexto Piso
2019
464 pp