A solo tres años de haber sido instalados, los juegos para personas discapacitadas de la Alameda ya sufren severas afectaciones, mientras que a la par, son utilizados por niños sin ningún padecimiento de este tipo, frente a sus padres.

Desde hace varios meses, uno de los tres juegos que fueron instalados hace tres años tuvo que ser removido debido al mal uso que les han dado menores acompañados de sus padres, según lo que dicen las familias que acuden con personas con alguna discapacidad.

En un recorrido realizado por VANGUARDIA, al menos cuatro grupos diferentes de menores utilizaron los juegos frente a sus padres, e incluso, una de las fotografías muestra que pese a las notorias condiciones de decadencia en la que permanece uno de los columpios especiales, una madre de familia subió a tres menores sin capacidad para balancearlos sobre el juego instalado bajo la leyenda de “Estamos formando una sociedad incluyente; respeta mi espacio”.

Otra de las fotografías muestra cómo dos niños mayores de cinco años se balancearon parados frente a sus padres, sobre uno de los juegos especiales para silla de ruedas. En otro de los momentos, un padre de un menor con discapacidad tuvo que esperar a que uno de los niños sanos bajara para subir a su hijo en silla de ruedas; mientras que a la par, una niña solitaria acudió para decirle al menor que se rehusaba a bajar que esos juegos “que no eran para niños que podían caminar”.

De acuerdo con el director del DIF Municipal de la administración anterior, Iván Guerra, este bloque de juegos tuvo un costo de 130 mil pesos para su instalación; sin embargo, desde aquel momento manifestó que la vía correcta era crear una campaña de concientización.

A raíz de estos abusos, en noviembre de 2016 se determinó que quien hiciera mal uso de estos juegos serían sancionados con multas económicas y además se duplicaría la vigilancia para protección de los aparatos.